Travel guide from Minorca - Guia Turistica de Menorca

MENORCA

taula

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Situada a menos de una hora de las diferentes ciudades españolas y a unas dos horas de las principales ciudades europeas, Menorca constituye un destino turístico de primer nivel a una distancia más que conveniente.

Históricamente, Menorca ha sido, desde la prehistoria hasta tiempos muy recientes, lugar de paso de distintas culturas a causa de su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental, que ha propiciado que desde los albores de los tiempos diferentes pueblos hayan codiciado la isla como puerto de escala y refugio.

Unos y otros dejaron un rico legado histórico en la isla, que hace del más oriental de los territorios de la Baleares una tierra con un relevante patrimonio.

Es por ello que historiadores y arqueólogos han considerado que Menorca constituye un auténtico museo al aire libre.

Tanto su prehistoria como la historia son tan intensas que parecen impropias de un territorio de tan reducidas dimensiones.

Menorca ha sido, desde la prehistoria hasta tiempos muy recientes, lugar de paso de distintas culturas a causa de su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental, que ha propiciado que desde los albores de los tiempos diferentes pueblos hayan codiciado la isla como puerto de escala y refugio. Unos y otros dejaron un rico legado histórico en la isla, que hace de Menorca una tierra con un relevante patrimonio.

La presencia humana en la isla ha podido constatarse desde principios de la Edad del Bronce (2.000 aC), momento conocido como período pretalayótico. Hacia el 1400 aC el proceso evolutivo de esta cultura produce unas grandes construcciones en piedra conocidas como talayots, palabra que da nombre al periodo más rico de la prehistoria isleña, el talayótico, con un singular monumento de culto llamado taula.

taula

A partir del año 123 a.c., Menorca pasa a formar parte del imperio romano, que trae consigo la transformación de los poblados talayóticos y la preponderancia de tres ciudades junto a otros tantos importantes puertos: Mago (Maó), Jamma (Ciutadella) y Sanisera (Sanitja).

Al igual que ocurrió en el resto del archipiélago balear, tras el declive de Roma, Menorca sufrió sucesivas invasiones de vándalos y bizantinos, hasta que a principios del siglo X se incorporó al mundo islámico, primero vinculada al emirato de Córdoba y después al reino taifa de Denia.

Tras casi 400 años de dominio musulmán, en 1287 el rey cristiano Alfonso III el Liberal conquista Menorca y la incorpora a la corona de Aragón y posteriormente al reino de Mallorca.

Durante el período que va del siglo XIII al XVIII, que abarca desde el gótico al barroco, la isla fue atesorando las principales joyas de su patrimonio artístico y arquitectónico.

Menorca tiene una población de 96.000 habitantes, concentrados en los ocho municipios en que se divide: Maó (capital administrativa de la isla), Ciutadella (la antigua capital), Alaior, Ferreries, Es Mercadal, Es Castell, Sant Lluís y Es Migjorn Gran. Existen otros tres núcleos urbanos, Sant Climent, Llucmaçanes y Fornells, los dos primeros en el término municipal de Maó y el último en Es Mercadal. Maó al este y Ciutadella al oeste, son los dos pueblos más habitados de la isla.

Pueblos

Mahón

Mahón

Si Mahón es como es, si Menorca es como es, se lo debe en gran parte a una posesión que por los siglos ha sido la envidia de todas las civilizaciones e imperios que han cruzado el Mediterráneo. Esta codiciada posesión es el puerto natural más grande de nuestro mar.

Asomada a él, ha crecido una ciudad luminosa, ilustrada y humana. Una muestra de cómo la vida de esta ciudad transcurre alrededor de su puerto la encontraremos paseando por la bellísima plaza del pescado o por el mercado del Claustro del Carmen, ambos edificios construidos sobre el puerto. Como ellos, tantas otras casas mahonesas se levantan sobre el mismísimo acantilado, dejando algún que otro hueco en forma de mirador para compartir las increíbles vistas a esta maravilla de la naturaleza que es el puerto de Mahón.

Ciutadella

ciutadella menorca

Ciutadella es una joya de piedra. La piedra que viste las señoriales fachadas de sus palacios. Las piedras que adoquinan las callejuelas dedicadas a los antiguos patrones de los gremios medievales. Las piedras donde se esculpieron las gárgolas de su catedral.

Las piedras de Ciutadella cuentan una historia de nobles feudales, de tradicionalismo medieval, y hasta de piratas turcos, y aún así, la ciudad ha sabido reinventarse y engarzar entre todas estas piedras históricas, locales de diseño donde comprar, terracitas

donde sentarse en cualquiera de sus plazoletas y una variada oferta gastronómica en su recogido puerto.

Esa historia y costumbrismo que se respiran en Ciutadella se materializan cada 23 de junio en las emblemáticas Fiestas de Sant Joan. Sant Joan es hoy una cita ineludible para los menorquines y para miles de turistas que se entregan a esta fiesta cálida y vibrante, donde el caballo menorquín es el gran protagonista.

Alaior

alaior menorca

Alaior se define a sí misma como ciudad industrial y universitaria. Ser sede de la extensión universitaria de la UIB en Menorca ha hecho de esta población, con una destacada industria lechera y quesera, una ciudad joven y dinámica.

Conocida es también la maestría de los pasteleros alaiorenses, que de generación en generación han heredado el arte y la creatividad en los dulces. De Alaior salieron, por ejemplo, los famosos helados La Menorquina.

Alaior creció alrededor de dos iglesias: la de San Diego y Santa Eulalia, recientemente restaurada, con su coqueto patio de naranjos.

No menos interesante es la visita al claustro que lleva el sugerente nombre de El Pati de Sa Lluna.

el pati de sa lluna alaior

Es Migjorn

es_migjorn_gran

Es el municipio más joven de Menorca, pues hasta 1989 formaba parte de Es Mercadal, aunque sus vecinos siempre han tenido un fuerte sentimiento de pueblo. Se podría decir que este tranquilo pueblo guarda entre sus calles estrechas y el ritmo pausado de sus habitantes, el secreto de la longevidad, ya que a parte de contar entre sus vecinos con más de un centenario, aquí nació y vivió el abuelo del mundo, Joan Riudavets, fallecido en 2004 a los 114 años.

Cuna de la cultura popular gracias a su hijo ilustre, el folklorista Francesc d’Albranca, el pueblo tiene el honor de contar en su biblioteca municipal con una apasionante colección sobre el folklore menorquín.

Pasear por sus calles y por los bellos caminos rurales que rodean la población es todo un placer, pero si preferimos playa, Es Migjorn Gran tiene tres pequeñas joyas en la costa con las que complacernos: San Adeodato, Santo Tomás y Binigaus.

Sant Climent

sant climent menorca

Villa acogedora y familiar, situada de camino a Cala en Porter, Calescoves, Binidalí o Canutells, puede ser el lugar ideal donde parar a degustar algunas tapas de la cocina tradicional menorquina.

En las cercanías de este pueblo podemos encontrar numerosos yacimientos prehistóricos como el talaiot de Torelló, la basílica des Fornàs, la taula de Talatí o las taules de Binimaimut, por lo que, aunque como pueblo no tiene más de 200 años, podemos imaginar que históricamente ha sido una de las zonas más pobladas de la isla.

taules de Binimaimut

Ferreries

ferreries menorca

Ferreries es, quizá, en la intimidad de sus calles, el eslabón perdido entre esa isla que vivía de la industria bisutera y del calzado, y esa otra Menorca de hoy volcada al turismo. Rodeado por jóvenes montes que asoman por encima de las coquetas casas del centro, el pueblo ha ido creciendo en el interior de un pequeño valle, con el ruido de las máquinas de coser de los artesanos del cuero tras las ventanas.

Hoy ese trabajo se ha trasladado a las fábricas de prestigiosas firmas de calzado de diseño, que desde Ferreries exportan al resto del mundo. Parar a visitar sus tiendas, o a comprar tal vez un par de las tradicionales abarcas, puede ser un fantástico plan a la vuelta de una jornada de playa. Aunque el pueblo de Ferreries se encuentra en el interior, la costa de su término municipal es una de las más bellas de la isla.

Así, podemos visitar la urbanización de Cala Galdana, edificada en la que para muchos fue, y sigue siendo, la playa más bonita de la isla. Su blanco acantilado, cayendo con toda su verticalidad sobre la arena, y, en el otro flanco, un pequeño torrente, puerto de pequeñas embarcaciones, hacen única esta cala.

Cala Galdana

Sant Lluís

sant lluis menorca

Aunque sólo fueron 7 años, de 1756 a 1763, la dominación francesa de Menorca dejó un legado en forma de pueblecito blanco al que bautizaron San Luís, en honor al monarca Luis XV.

Aproximadamente de esa época data el emblemático molino que nos recibe a la entrada del pueblo y al cual sigue una hilera de casitas bajas de estampa mediterránea. El Molí de Dalt (‘molino de arriba’, pues hubo un molino de en medio y un molino de abajo) acoge hoy un museo etnológico y el punto de información.

Justo en el centro de este pueblecito blanco, nos encontraremos con la plaza de Sa Creu, de trazado cuadricular y sencillo, como todo su entorno. Esta pequeña plaza reúne la iglesia parroquial y el ayuntamien to, y es escenario del mercadillo, conciertos y eventos de toda clase. Pero uno de los mayores atractivos de este municipio son sin duda sus pueblos de costa y sus playas de finísima arena blanca y agua turquesa, como Punta Prima, Binisafúller, Binibeca o Binidalí.

binisafuller menorca

Es Castell

es castell menorca

Nació como pueblo bajo el nombre ni más ni menos que de George Town, pues sus fundadores fueron los militares ingleses que necesitaron un pueblo cercano al estratégico Castillo de San Felipe, que entonces protegía la boca del codiciado puerto de Mahón.

Hoy, Es Castell, sigue recordándonos esa etapa de dominación inglesa en cada rincón del pueblo.

Vestigios de la influencia inglesa son, por ejemplo, las ventanas de guillotina o el rojo intenso que cubre muchas de las fachadas del pueblo, “rojo inglés” para los menorquines, porque imita el color del típico ladrillo británico.

Es Castell es un pueblo lleno de vida. Asomado al mayor puerto natural del Mediterráneo, su gente ha vivido del puerto a lo largo de su historia. Es Castell ha sido tradicionalmente un pueblo de acogida, de ahí su carácter abierto y hospitalario.

Desde los puntos más altos de la ciudad podemos observar la enorme fortaleza de La Mola que domina la entrada en la costa norte del puerto de Mahón. Desde ellos también podemos contemplar dos emblemáticos islotes del puerto de Mahón, espectaculares cuando se iluminan por la noche. Se trata de la isla del Rei y el Llatzaret.

illa del rei menorca

Llucmaçanes

llucmacanes menorca

Es un pequeño pueblo en mitad del campo donde las casitas de los vecinos de toda la vida se mezclan con las casitas de campo restauradas de los nuevos vecinos, la mayoría extranjeros, que se trasladaron hasta este escondido rincón en busca de luz mediterránea y tranquilidad.

El carácter hospitalario de sus gentes se deja ver especialmente en las numerosas actividades que organizan para sus fiestas patronales, Sant Gaietà, donde además de la fiesta con los caballos, sacan a bailar a sus gigantes, orgullosos de ser el grupo con más gegants de Baleares.

gigantes

Fornells

fornells menorca

Menorca regaló a los pescadores una bahía donde refugiarse de la tramontana en plena costa norte.

Ese refugio se llama Fornells. Un encantador pueblo pescador que respira mediterraneidad entre sus callejuelas encaladas y su agradable paseo marítimo repleto de restaurantes.

Será inevitable dejarse tentar por la degustación de la tradicional caldereta de langosta, pescada seguramente a unos pocos metros del puerto. La deliciosa bahía de Fornells forma parte de la reserva marina de Menorca.

Para conocerla mejor, el pueblo ofrece también un sinfín de actividades deportivas, como el submarinismo, la vela o las rutas en kayak.

Es Mercadal

es mercadal menorca

Aunque parezca sorprendente, no hace tantos años, aún se podían encontrar en el pueblo de Es Mercadal, algunos vecinos que en toda su vida no habían conocido el mar. Ubicado en el mismísimo corazón de la isla, hoy Es Mercadal es el pueblo mejor comunicado con cualquier punto de Menorca. Será por eso que en los últimos años ha vivido el mayor crecimiento en habitantes de la isla.

Este pueblo blanco, al pie de Monte Toro, cuenta con una variada y destacada oferta gastronómica.

En sus restaurantes podemos encontrar el sabor más antiguo de Menorca, con platos tradicionales elaborados con maestría desde hace siglos en el interior de la isla, así como otras tendencias mucho más innovadoras en las modernas cocinas de la localidad.

Ruta Etnológica

La huella que han dejado los diferentes oficios presentes en el campo menorquín viene representada por diversos lugares como las canteras de S'Hostal en Ciudadela, donde se puede hacer una visita por un espacio bien estructurado con jardines interiores y donde la mano del hombre ha esculpido la piedra para su extracción.

s hostal en ciudadela

Las barracas para animales, con una arquitectura en forma piramidal escalonada en Punta Nati, en el norte de la Isla, que configuran un paisaje diferente. Los molinos harineros como el Molí de Dalt de Sant Lluis, el aljibe de origen inglés en Mercadal.

En esta localidad encontramos el Centro Artesanal en cuyo edificio podemos ver un espacio expositivo y una tienda especializada en artesanía de Menorca.

Ruta Fortificada

Menorca por su situación estratégica en el occidente mediterráneo ha sido un lugar muy estimado por los diferentes pueblos. Enfrentamientos militares tuvieron lugar en sus costas y en el interior de las poblaciones, desde los ataques berberiscos hasta las conquistas de franceses e ingleses.

Prueba de ello es el testimonio del castillo de San Antonio de Fornells, o la Fortaleza de la Mola en Mahón, 14 torres de vigilancia alrededor de la costa, once de construcción inglesa y tres españolas, el Fuerte de Marlborough o el castillo de San Felipe en es Castell.

San Antonio de Fornells

Una ruta que nos lleva al Museo Militar de esta población, donde con la documentación que dejaron las diferentes tropas plasmada en armamento, planos, uniformes y maquetas, completa una ruta que nos habla de diferentes momentos históricos de Menorca.

Ruta Religiosa

La vida religiosa del pueblo menorquín está plasmada en diferentes edificios de carácter religioso desde la catedral de Ciudadela, representativa del gótico catalán y que conserva una parte del minarete de la antigua mezquita, o en la misma ciudad la iglesia del Roser de estilo barroco, hoy convertida en sala de exposiciones.

iglesia del Roser menorca

Sin salir de Ciudadela no hay que descuidar la visita del Museu Diocesano con una rica representación del arte religioso.

Ruta Talayótica

Los primeros vestigios de presencia humana datan del 2100 a. C. Desde entonces hasta la llegada de los romanos en 123 a. C., la Prehistoria insular discurre por diferentes fases.

Uno de los edificios más emblemáticos y exclusivo de Menorca, son las navetas, construcciones funerarias colectivas, de hasta cien individuos inhumados junto a sus ajuares, como en la de es Tudons (Ciutadella) con restos datados sobre todo en el siglo IX a.C.

es tudons menorca

Entre el 1000 y el 700 a.C. se construyeron los talaiots, torres troncocónicas de piedras en seco. Su función principal era el dominio visual del territorio circundante, además de cohesionador social de la comunidad que vivía a su alrededor.

En esta época, denominada Talayótico, se excavaron cuevas funerarias en los acantilados de calas y barrancos como el de Calascoves (Alaior). Las más antiguas tienen la planta circular u ovalada de pequeñas dimensiones y se encuentran en sitios elevados de difícil acceso.

calescoves

A partir del 650 a. C. se inicia el Post-talayótico. Se construye el edificio más original y exclusivo de Menorca: los santuarios de taula. Son recintos de planta de herradura y fachada cóncava.

En ellos se practicaban rituales relacionados con la fecundidad de la tierra y de las personas, efectuándose el sacrificio de animales domésticos, libaciones con vino y rotura simbólica de ánforas. La presencia del fuego como elemento ritual y simbólico se repite en estos monumentos.

En los poblados se construyeron las casas circulares. Tenían aproximadamente 75 - 79 m2. La más monumental conocida, es Círculo Cartailhac del siglo II a.C. en el poblado de Torre d’en Galmés (Alaior).

circulo cartailhac

En ellas cocinaban, tejían, elaboraban queso, molían, etc. Constaban de patio central, habitaciones con puertas de cierre, hogar y despensa. Se construían con grandes piedras y con una cubierta de troncos de madera, tierra y piedras pequeñas.

El edificio anexo a las casas, en uno de sus laterales, se conoce como sala hipóstila por tener una cubierta de grandes losas de piedras que se entrecruzan entre sí soportadas por columnas. Su función era la de almacén.

Los isleños fabricaron sus cerámicas a mano con hornos rudimentarios, fabricaron también herramientas o instrumentos de bronce, no usaron la moneda para sus intercambios comerciales, no dejaron ninguna muestra gráfica ni pictórica, no apreciaron ni el oro ni la plata pues sus objetos más valiosos son de bronce y de hierro.

Tuvieron importantes contactos comerciales, con Centroeuropa en la época más antigua y luego con las ciudades comerciales del Mediterráneo.

Ruta Británica

La incorporación de Menorca a la corona inglesa tuvo como consecuencia una marcada y fructífera influencia británica, dejando para siempre señales indelebles de su cultura como son las numerosas palabras de origen inglés incorporadas a la lengua menorquina, los aún existentes estilos arquitectónicos, platos culinarios, juegos infantiles, danzas, etc.

Los "boinders" o miradores y las típicas ventanas de guillotina ("bow window") decoran todavía muchas casas de Menorca.

De Inglaterra también se trajeron muchos muebles del estilo de la época, Reina Ana, Chippendale y algunos Sheraton, reproducidos más tarde por los ebanistas locales.

Asimismo, el origen de la fabricación de la ginebra menorquina o "gin", elaborada por los artesanos de Mahón a partir de la destilación de bayas de enebro y alcohol vínico, fue iniciada por los ingleses que la implantaron entre sus gustos culinarios.

Los tradicionales "puddings" que se transformaron en "greixera dolça", el caldo de carne magra de pierna de vaca, en "brou de xenc".

greixonera

El jugo de carne "grevi" y la "manteca inglesa" enriquecen muchas recetas menorquinas, y los sabrosos "piquéis" son pepinillos y alcaparras en adobo. Los niños siguen jugando a la canicas con los "mérvels", entre ellos las bromas son "joques" y se persiguen gritando "fáitim" (pégale).

Ruta Museística

En los museos de Menorca podemos apreciar los elementos materiales que han legado las diferentes culturas.

El recorrido lo podemos comenzar en el Museo de Menorca en Mahón, donde tienen una extensa colección de material prehistórico y romano de los diferentes yacimientos arqueológicos de Menorca, el legado árabe también con diversos materiales de la vida cotidiana, el legado inglés con piezas excepcionales y una magnífica colección de pintura de época contemporánea.

Natural

Nuestra isla dispone de un entorno privilegiado ideal donde practicar turismo activo. La riqueza de nuestros parajes naturales, nuestro patrimonio histórico y cultural, y nuestra gastronomía hacen posible gran variedad de opciones para descubrir Menorca de una forma activa y aventurera.

¿Sabías que a lo largo de nuestra costa te esperan playas espectaculares, impresionantes acantilados, islotes vírgenes y fondos marinos de gran riqueza por descubrir? Ponemos a tu alcance numerosas actividades de ocio y deportivas para disfrutar de nuestro litoral, sin duda una de las mejores maneras de vivir sensaciones únicas en contacto con el mar. ¿Por cuál  vas   a empezar?

Y si emocionante es sentir en la cara la brisa y las olas del mar, el interior de la isla no te decepcionará. ¿Quieres explorar los rincones vírgenes y la amplia variedad de hábitats naturales que hacen de Menorca un auténtico paraíso? Dispones de infinidad de caminos, barrancos, grutas terrestres y humedales donde hacerlo y experimentar emociones en plena naturaleza que no te dejarán indiferente.

Las empresas especializadas de Menorca te ofrecerán toda su experiencia y asesoramiento en la práctica de cualquiera de las actividades de Turismo Activo. Te ayudarán a escoger las actividades que mejor se adapten a ti, te aconsejarán y orientarán, te facilitarán información sobre las mejores rutas, etc. siempre con la garantía y profesionalidad que las caracteriza.

Senderismo

¿Quieres atravesar frondosos barrancos o prefieres caminar por parajes casi desérticos? No importa, Menorca te ofrece todo esto y mucho más. Hay tantas posibilidades y tan variadas que podrás confeccionar un itinerario justo a tu medida.

El Camí de Cavalls se ha convertido en el camino por excelencia para muchos amantes del senderismo y permite dar toda la vuelta a la isla por el litoral, cruzando hermosas calas, atravesando imponentes barrancos o adentrándose en pequeños bosques y amplios campos.

Es una ruta homologada GR 223 y se encuentra perfectamente señalizada durante todo su trayecto con estacas cuadradas y paneles informativos. Recorrerla al completo o por etapas es siempre una buena opción para disfrutar de unos paisajes que no dejarán de sorprender.

Además del Camí de Cavalls, también podrás pasear por numerosos caminos rurales interiores, delimitados por paredes de piedra seca, que cruzan la isla de norte a sur y de este a oeste. Estos senderos están repletos de atractivos, ofrecen unas vistas impresionantes y descubren curiosidades culturales o geológicas a quienes los recorren.

Para disfrutar del senderismo no es necesario ser un experto deportista, ya que no se requiere una preparación excesiva y siempre podrás adecuar las rutas según el nivel de dificultad que busques.

Submarinismo

Su buen estado de conservación se debe, en buena parte, a las praderas de posidonia oceánica. Los temporales del invierno depositan montones de esta planta sobre la arena, impidiendo así que ésta desaparezca arrastrada por las olas.

La presencia de hojas de posidonia oceánica en las playas es el signo más clarificador e inequívoco del buen estado de las aguas y de la calidad del litoral.

Apasiónate por este deporte y descubre con todo lujo de detalle el paraíso de fauna y flora que esconde nuestro mar lleno de historia, de arrecifes, de cuevas submarinas y de praderas de posidonia.

Disfruta de una actividad al alcance de todos, no importa la edad ni el nivel de experiencia, ya que el snorkel permite una primera aproximación al mundo submarino y no requiere de equipos profesionales ni de más formación que saber nadar.

Tienes a tu disposición cursos de iniciación al submarinismo y infinitas inmersiones. Además podrás alquilar o comprar los equipos necesarios, obtener recarga de oxígeno y otros muchos servicios.

Menorca te espera.

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