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Sierra Norte: la gran olvidadaLa Sierra Norte es una de las comarcas más
importantes de la Comunidad de Madrid.
Este espacio protegido del Alto Lozoya y lugar privilegiado para los amantes de la ornitología, es conocido como "la joya del Guadarrama". Este tesoro alberga la zona protegida del "Parque Natural del Peñalara" y el "Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara", la zona más alta de la Comunidad Madrileña con unos grandes valores biológicos, geológicos y recreativos. Destaca una zona de protección de aves (ZEPA)
en el Alto Lozoya, las lagunas glaciares de Peñalara y los humedales
del macizo de Peñalara. Para recorrerlo encontrarás numerosas sendas
señalizadas, zonas de descanso y recreo, miradores e itinerarios
auto-interpretativos que te ayudarán a recorrerlo. Podemos empezar la visita en Rascafría y descubrir el Monasterio de El Paular, fundado en el siglo XIV por Enrique II de Castilla, gracias a las donaciones realizadas por los Monjes Cartujos. Presta mucha atención al claustro, la sillería y el conjunto histórico del lugar. Merecen especial atención los dibujos del empedrado de su entrada hechos con huesos de animales.
Este enclave posee una gran biodiversidad
destacando especies protegidas como el águila imperial o la
Grasellsia (una mariposa nocturna única en el
mundo). En pleno valle de Lozoya localizamos el
municipio de Alameda del Valle, destino ideal para disfrutar de la
tranquilidad y de la naturaleza. Está rodeado de hermosas huertas y
multicolores cultivos, dehesas y pinares que dejan atrás la sierra.
Su iglesia de Santa Marina y la ermita de santa Ana son sus más
destacadas edificaciones. No dejes de ir el 2 de febrero a la fiesta
de la Virgen de las Candelas. El Ayuntamiento invita a degustar
alimentos como jamón y bebidas como la limonada. Y continuando nuestro viaje, en la cabecera del embalse del mismo nombre, la localidad de Pinilla del Valle nos recibe rodeada de arroyos y con una distribución eminentemente rural que nos invita al descanso y a la relajación. Su patrimonio histórico es muy interesante, destacando la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, el Molino hidráulico del Navazo y las Fuentes dispersadas por toda la población. Pero lo que más destaca es un yacimiento
cuaternario que contiene valiosos restos fósiles pertenecientes a
homínidos. La zona de Los Claveros ha sido declarada Bien de Interés
Cultural. Entre el río y el embalse de se reparte el pueblo de Lozoya, que da nombre a este extenso valle, rodeado de hermosos parajes, perfectos para hacer senderismo y un sinfín de actividades al aire libre. Sus espectaculares vistas sobre el valle, donde puedes contemplar el embalse de Pinilla-Lozoya, el pico de Peñalara o Cabeza de Hierro, hacen de este entorno de los más bellos de la zona.
Su patrimonio histórico no te lo puedes
perder. Desde Gargantilla existen rutas que te harán conocer su
historia que data de la Edad Media y fue escenario de la
proclamación de Juana "La
Beltraneja" como princesa heredera al trono de
Castilla.
En el embalse de El Atazar y su entorno
podrás deleitarte con sus innumerables caminos y villas (El Atazar,
El Berrueco, Cervera de Buitrago, Patones, Puentes Viejas y
Robledillo de la Jara), así como divertirse con la práctica de
deportes náuticos como la vela, alquiler de barcos, windsurf y, como
no, la pesca. Una de las posibilidades que tenemos es coger la mochila y el bocadillo (incluso más de uno), para recorrer algún tramo de la Senda del Genaro (se caracteriza por una pintura azul en forma de hombre que aparece hasta en las piedras y nos guía por el camino), que rodea El Atazar con 70 kilómetros de itinerario circular. Desde cada municipio salen una multitud de veredas que recorren esta parte de la Sierra Norte de Madrid.
Sugerimos empezar la ruta por la localidad de
Cinco Villas, pasear por sus calles tranquilas y tomando las
primeras bocanadas de aire puro de la Sierra.
Continuamos hacia Cervera de Buitrago, donde
viviremos una nueva experiencia en el Museo de los Sentidos, creado
para conocer en profundidad la naturaleza del embalse de El Atazar y
para experimentar interactivamente a través de los cinco sentidos.
Está especialmente concebido para discapacitados. Si lo que queremos es volver al pasado, nuestra siguiente parada es el Museo de las Formas de Vida del Pasado, localizado en la antigua tejera de Robledillo de la Jara, nos ayudará a conocer más en profundidad los oficios más antiguos y tradicionales de la zona. En el Museo de los Juegos Tradicionales de Serrada de la Fuente descubriremos juegos populares como la Herradura, la Petanca o la Rana, quedando como testigo para las futuras generaciones.
En el bosque que se encuentra entre ambos
municipios se pueden observar interesantes especies arbóreas:
alisos, álamos o cedros. En Robregordo aún se conservan
construcciones de granito y madera de roble con tejas del antiguo
tejar de Horcajo, que junto con la iglesia de Santa Catalina
conforman lo más significativo de esta localidad. Si continuamos descendiendo, la carretera nos conduce a Horcajo de la Sierra y a su pedanía Aoslos. En Horcajo viajamos en el tiempo siglos atrás al recorrer sus calles de edificios singulares, destacando la Iglesia de San Pedro in Cátedra, monumento gótico del siglo XV con gran valor artístico. Seguimos nuestro recorrido y llegamos a Madarcos, la localidad de Madrid con menos habitantes censados (poco más de 25) y con un ambiente típicamente serrano. En sus alrededores podrás disfrutar de áreas
recreativas donde te podrás dar un merecido descanso. La capilla del Santísimo o la iglesia de Santa María del Castillo son de obligada visita. Tampoco puedes dejar de ir durante
la segunda quincena de diciembre: su Belén viviente está considerado
como "Fiesta de interés turístico". Continuamos por La Serna del Monte donde podrás ver el reloj de sol que antiguamente utilizaban los labradores para medir sus turnos de riego. También cuenta con una fragua rehabilitada convertida en alojamiento rural. Finalmente llegamos a Braojos, municipio que,
gracias a la elevación de las localidades vecinas, permite
contemplar la profundidad del valle. Encontramos también multitud de áreas
recreativas en Buitrago del Lozoya, Horcajo de la Sierra, Robregordo
y La Acebeda, donde, por ejemplo, puedes disfrutar de una comida al
aire libre en familia. Sierra de la Cabrera
Dado su fácil acceso, podemos descubrir los
siete municipios que rodean este promontorio, Bustarviejo,
Cabanillas de la Sierra, La Cabrera, Lozoyuela-Navas-Siete Iglesias,
Navalafuente, Valdemanco y Venturada, donde se combina la importante
tradición ganadera con el paisaje rural, las dehesas de
aprovechamiento colectivo, los prados cercados, los potros de
herrar, las vías pecuarias y por supuesto sus caminos y veredas. La Sierra de la Cabrera es un lugar de paso
de viajeros con valor histórico, se trata de la antigua carretera de
Francia, hecho que resalta con las posadas y ventas que rememoran
aquellos años en los que el viaje era toda una aventura. Desde el término municipal de Venturada, abrimos las puertas y te invitamos a conocer la comarca de la Sierra Norte. Situado en una atalaya natural, se puede divisar de forma casi completa la cuenca del rio Guadalix y la vega de Torrelaguna. Venturada se relaciona con el área celtíbera prerromana y ya aparece datada con población romanizada ya a mediados del siglo II D.C. En 1593, Felipe II concede a la población el privilegio de Villazgo. En su término municipal está el Pliegue
Zaleski, un pliegue de roca metamórfica que se ve en tres
dimensiones, lo que convierte a la localidad en punto de interés
geológico de la región. Te recomendamos la visita al conjunto histórico-artístico de la ciudad, su arquitectura popular, las fuentes y abrevaderos, yacimientos, la Iglesia Parroquial de Santiago, la Ermita de San Benito y, por supuesto, su Atalaya, que fue declarada Monumento de carácter Histórico-Artístico por el Real Decreto en el año 1983, formando parte de la red de fortificaciones de enlace que el emirato cordobés construyo frente al avance cristiano. Si lo que te apetece es andar, sus caminos,
convertidos en ruta turística, harán que disfrutes de este bello
paraje. De sus fiestas y tradiciones destacamos San
Isidro, San Juan Bautista y Virgen de la Antigua. Si te gusta el
rock, en Venturada se celebra el "Ventu&Rock", festival y concurso
de bandas de la zona que promociona este estilo musical como
expresión cultural. Como ruta turística puedes hacer la del Toro, que circunda la localidad, para disfrutar de un entorno de singular belleza y unas magníficas vistas de la sierra. El Como patrimonio histórico-artístico, destacan las Antiguas Escuelas, el antiguo Parador, el puente de Los Arrieros, las diversas casonas, la parroquia de San Juan Bautista y el Ayuntamiento. No hay que perderse, si te gustan las
tradiciones, el Levantamiento de Mayo, la Octava del Señor (Corpus
Christi), la Fiesta del Verano y la Inmaculada Concepción.. Destacamos el Potro donde se herraba el
ganado en la Plaza de San Bartolomé y la Iglesia Parroquial del
mismo nombre. En cuanto a sus fiestas y tradiciones, la de Reyes, el
Carnaval, las fiestas de San Blas y Santa Águeda y San Bartolomé y
San Roque, son las más importantes. El entorno paisajístico se puede
recorrer a través de la ruta de las Callejas, Valdemanco o la ruta
del Cacho. Bustarviejo, deriva del término en latín bustar, que significa dehesa o pastizal de bueyes, en este caso viejo. Como hecho relevante en su historia, resalta la independencia de Segovia en 1626. Destacamos en la visita, el conjunto histórico-artístico con la Torre de la Mina y la Ermita de la Soledad y como fiestas y tradiciones, las de San Isidro y el Cristo de los Remedios o la veraniega fiesta del Tomate. Puedes disfrutar de la ruta interpretativa del Antiguo Penal o la senda ambiental, Paisajes de Bustar Viejo.
Desde este momento, su actividad fue agraria y ganadera, hasta que en el segundo cuarto del siglo XX, con la construcción del ferrocarril Madrid-Burgos, al tener su propio apeadero, se usó para dar salida al granito de la zona. Entre los elementos arquitectónicos destacamos la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, el Taller Museo Luis Berruti y el Potro de herrar, muy típico en la zona. Como tradiciones y festejos, reseñamos la festividad de Nuestra Señora del Carmen y San Roque. Si te acercas a la zona, sube al Mondalindo, una de las cimas y el mirador natural de la Sierra de La Cabrera. Desde la cumbre tenemos una buena visión paisajística de la Sierra y su entorno. El camino cuenta con innumerables fuentes y manantiales. Pero no es la única ruta, la de los Pastores, Huellas de la Historia, la ruta del Granito, la de los Huertos o la de la Vereda de los Muertos, completan el itinerario.
Su actividad principal es la ganadería y el turismo rural. Alrededor de esta actividad se han constituido un buen número de casas rurales y restaurantes. Sus principales puntos de interés en el municipio son, el Centro de Innovación Turística Villa de San Roque con jardín Botánico, exposiciones temporales, jornadas de formación y cursos en su sala multimedia. La Iglesia Parroquial de la Inmaculada
Concepción, el Centro Comarcal de Humanidades Cardenal Gonzaga, el
Potro de Herrar o la necrópolis medieval, Templo del Moro. De sus
tradiciones y fiestas, resaltamos San Antonio y San Lucas. Los
primeros domingos de cada mes, se celebra en el pueblo el Mercado de
Productos Artesanos, Naturales y Ecológicos, que surgió con una
clara vocación de fomentar la producción local, tanto ecológica como
artesanal y que trata de contribuir a la conservación y promoción de
la variedad de cultivos y productos de la Sierra Norte de Madrid. El paisaje rural todavía mantiene la esencia
del pasado, apreciable a través de las dehesas de aprovechamiento
colectivo, los prados, potros de herrar, cortijos, caminos y vías
pecuarias. Existen infinidad de rutas y senderos por la Sierra de La Cabrera que se adaptan a múltiples perfiles de turistas y dificultades, por lo que recomendamos visitar algunos de los sitios específicos para conocer aquellas rutas que mejor se adapten a tus necesidades.
Todos ellos mantienen la esencia de los
pueblos serranos. El 90% del espacio está protegido, destacando el
precioso Hayedo de Montejo, uno de los más meridionales de Europa.
Puedes visitarlo, pero debes tener en cuenta que esta visita está
limitada y necesitarás un pase. Infórmate previamente para no
perdértela, merece la pena. Su biodiversidad es increíble, existen más de 1.000 especies de animales y plantas, de las cuales 140 son raras, animales endémicos y otras que aparecen en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
En ellos no encontrarás las obras de afamados
artistas, sino recuerdos cedidos por los propios vecinos, como por
ejemplo, aperos de labranza, vestuario familiar o útiles ganaderos.
Visita su Atalaya Musulmana y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV. Dentro del municipio se ubica El Espartal, que conserva su carácter rural y singular belleza, donde podemos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y su pila bautismal del siglo XVI. Destacamos entre los festejos y tradiciones de la localidad, San Blas, la Fiesta del Pan y Queso, la Virgen del Rosario y la Virgen del Pilar.
En la parte más elevada encontramos la
Iglesia de San Pedro Ad Vincula, que data del siglo XIV, con
perfiles barrocos y renacentistas. En la plaza del pueblo, discurre
una senda sobre el camino del Canal de Isabel II que une Redueña y
Venturada que esta señalizada y adaptada para discapacitados. Los
festejos y eventos destacados son el Santísimo Cristo de la Salud y
Santa Lucía. Llegamos a Torrelaguna, localidad más relevante de la comarca, al ser cabeza de partido y que contó con gran esplendor desde finales del siglo XV, puesto que el Cardenal Cisneros, nacido en la localidad, contó con una enorme influencia en la época. Fue en estos años cuando se construyeron los principales elementos arquitectónicos como la Iglesia de Santa María Magdalena, la Abadía de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas, el Palacio de Salinas, el Palacio de Arteaga, la portada de la casa de Los Vargas y el Convento de las Carmelitas, entre otros. El término municipal está surcado por nueve vías pecuarias, el río Jarama y numerosos arroyos y canales de abastecimiento del Canal de Isabel II. Estos últimos son siete, y el más antiguo es el de la Parra (año 1853). Además de sus rutas culturales y de su vasto patrimonio, son recomendables los paseos y recorridos ecuestres para no perder el contacto directo con la naturaleza. De las fiestas y tradiciones queremos destacar, las Cruces de Mayo, la Romería de Santa María de la Cabeza y la fiesta de la Virgen de la Soledad.
La localidad posee una esmerada arquitectura tradicional y cocederos del vino, como un elemento singular y emblemático de Torremocha. Atravesada por el Canal de Cabarrús del siglo XVIII, una de las primeras infraestructuras del Canal de Isabel II, cuenta con los restos de ésta; el puente de hierro o de la Charcuela de origen romano, así como otras edificaciones dignas de mención, la Atalaya romana del Teorreotón, la antigua Fábrica de Harinas, la Iglesia de Santiago Apóstol, con sus pinturas románicas, el Museo de la Agricultura y la sala de exposiciones Torrearte Cultura sede de talleres artesanos y exposiciones. De sus tradiciones y festejos destacamos, San
Isidro Labrador y la Virgen de los Dolores. En octubre, se celebra
la Feria de Artesanía acompañada de actividades culturales.
Torremocha ofrece siete rutas para disfrutar de su entorno natural e
histórico como la de las Calerizas, las Minas o la ruta de las
Campiñas. El de Abajo, de reciente creación, cuenta con una amplia cobertura de servicios en contraposición con el de Arriba, enclave declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural, lleno de historias y leyendas como la del "Rey de Patones", donde la tranquilidad de su emplazamiento y la conservación de la arquitectura tradicional de pizarra, hacen de la localidad una visita más que obligada. Patones cuenta, además, con la Presa de
Pontón de la Oliva (primera presa del Canal de Isabel II sobre el
Lozoya, de mediados del XIX), numerosas construcciones del Canal de
Cabarrús y la Cueva del Reguerillo, declarada Monumento Histórico
Artístico por sus pinturas rupestres, el Yacimiento arqueológico del
castro Dehesa de la Oliva, asentamiento humano ya desde el
paleolítico, el Ecomuseo de la Pizarra al aire libre, la antigua
Ermita, hoy oficina de turismo, el Museo-Aula Geológica o la presa
del Atazar. |
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