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Sierra Norte: la gran olvidada

La Sierra Norte es una de las comarcas más importantes de la Comunidad de Madrid.
Se encuentra en el extremo septentrional de la región.
Abarca un total de 1.253 kilómetros cuadrados (un 16 por ciento de la superficie total de la región) y tiene una población superior a los 26.000 habitantes, repartidos en 42 términos municipales.


Valle Alto del Lozoya


En el Valle Alto del Lozoya, situado en la Sierra de Guadarrama, en el norte de la comunidad de Madrid, descubriremos paisajes únicos y actividades para realizar en pareja, en familia o con amigos.

Este espacio protegido del Alto Lozoya y lugar privilegiado para los amantes de la ornitología, es conocido como "la joya del Guadarrama". Este tesoro alberga la zona protegida del "Parque Natural del Peñalara" y el "Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara", la zona más alta de la Comunidad Madrileña con unos grandes valores biológicos, geológicos y recreativos.

circo y lagunas de penalara

Destaca una zona de protección de aves (ZEPA) en el Alto Lozoya, las lagunas glaciares de Peñalara y los humedales del macizo de Peñalara. Para recorrerlo encontrarás numerosas sendas señalizadas, zonas de descanso y recreo, miradores e itinerarios auto-interpretativos que te ayudarán a recorrerlo.

Podemos empezar la visita en Rascafría y descubrir el Monasterio de El Paular, fundado en el siglo XIV por Enrique II de Castilla, gracias a las donaciones realizadas por los Monjes Cartujos.

monasterio del paular

Presta mucha atención al claustro, la sillería y el conjunto histórico del lugar. Merecen especial atención los dibujos del empedrado de su entrada hechos con huesos de animales.


Enfrente del Monasterio, salvando el río Lozoya, nos encontramos con el Puente del Perdón. Debe su nombre al hecho de que era el último lugar donde los prisioneros condenados a muerte podían apelar su sentencia antes de ser ejecutados.

puente del perdon


No puedes perderte una visita a la Fábrica de Chocolate Natural en Rascafría donde podrás comprar el mejor Chocolate artesano en una visita muy interesante.


Si continuamos por el Camino Natural que transcurre a lo largo del Valle desde el Monasterio de El Paular hasta el municipio de El Cuadrón, nos adentraremos en tranquilas alamedas, arroyos serenos, yacimientos arqueológicos, ermitas centenarias y localidades que nos envolverán con su encanto y hospitalidad.

Este enclave posee una gran biodiversidad destacando especies protegidas como el águila imperial o la Grasellsia (una mariposa nocturna única en el mundo).

graelsiaisabeliae

En pleno valle de Lozoya localizamos el municipio de Alameda del Valle, destino ideal para disfrutar de la tranquilidad y de la naturaleza. Está rodeado de hermosas huertas y multicolores cultivos, dehesas y pinares que dejan atrás la sierra. Su iglesia de Santa Marina y la ermita de santa Ana son sus más destacadas edificaciones. No dejes de ir el 2 de febrero a la fiesta de la Virgen de las Candelas. El Ayuntamiento invita a degustar alimentos como jamón y bebidas como la limonada.

Y continuando nuestro viaje, en la cabecera del embalse del mismo nombre, la localidad de Pinilla del Valle nos recibe rodeada de arroyos y con una distribución eminentemente rural que nos invita al descanso y a la relajación.

pinilla del valle

Su patrimonio histórico es muy interesante, destacando la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, el Molino hidráulico del Navazo y las Fuentes dispersadas por toda la población.

Pero lo que más destaca es un yacimiento cuaternario que contiene valiosos restos fósiles pertenecientes a homínidos. La zona de Los Claveros ha sido declarada Bien de Interés Cultural.

Entre el río y el embalse de se reparte el pueblo de Lozoya, que da nombre a este extenso valle, rodeado de hermosos parajes, perfectos para hacer senderismo y un sinfín de actividades al aire libre. Sus espectaculares vistas sobre el valle, donde puedes contemplar el embalse de Pinilla-Lozoya, el pico de Peñalara o Cabeza de Hierro, hacen de este entorno de los más bellos de la zona.


Si nos dirigimos un poquito al norte y llegamos a las localidades de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago rodeadas de robles, fresnos, encinas y praderas naturales. Paisaje cien por cien rural que se encuentra entre el Cerro de la Cruz y el embalse de Riosequillo, donde podrás alquilar piraguas o recorrer varias sendas.

Su patrimonio histórico no te lo puedes perder. Desde Gargantilla existen rutas que te harán conocer su historia que data de la Edad Media y fue escenario de la proclamación de Juana "La Beltraneja" como princesa heredera al trono de Castilla.
Y asentados en el cerro de El Chaparral, los municipios de Navarredonda y San Mamés son los clásicos enclaves serranos llenos de encanto en cualquier época del año. No puedes dejar de ver la iglesia de San Miguel Arcángel ni la ermita de San Mamés, escenario de la coronación de la reina Juana la Loca, o el salto de agua llamada la Chorrera de San Mamés, cuyo caudal se mantiene todo el año.

chorrera-de-san-mames
En plena serranía, rodeado de nogales, endrinos y robledales entramos en Canencia. Si eres amante del senderismo y de la tranquilidad, no puedes dejar de visitar sus alrededores en rutas que puedes hacer solo o en familia, para, después, disfrutar de la magnífica oferta gastronómica que este pueblo, eminentemente ganadero, te ofrece.


Valle Bajo del Lozoya


Construido en 1972, el embalse de El Atazar, el más grande de la Comunidad de Madrid, anegó algunas de las mejores tierras del municipio del mismo nombre, desde el conocido como Molino del Riato, hasta la carretera que le unía con el municipio de Cervera de Buitrago.

En el embalse de El Atazar y su entorno podrás deleitarte con sus innumerables caminos y villas (El Atazar, El Berrueco, Cervera de Buitrago, Patones, Puentes Viejas y Robledillo de la Jara), así como divertirse con la práctica de deportes náuticos como la vela, alquiler de barcos, windsurf y, como no, la pesca.

embalse del atazar

Una de las posibilidades que tenemos es coger la mochila y el bocadillo (incluso más de uno), para recorrer algún tramo de la Senda del Genaro (se caracteriza por una pintura azul en forma de hombre que aparece hasta en las piedras y nos guía por el camino), que rodea El Atazar con 70 kilómetros de itinerario circular. Desde cada municipio salen una multitud de veredas que recorren esta parte de la Sierra Norte de Madrid.


Los más aventureros tienen la posibilidad de optar por deportes como el parapente, la escalada o paseos a caballo e incluso ¡en burro!
Si el visitante viaja en familia o prefiere un plan más tranquilo disfrutando de las villas y la naturaleza, puede recorrer el Territorio-Museo creado en torno al embalse, que cuenta con 7 museos repartidos en los distintos pueblos de la zona.

Sugerimos empezar la ruta por la localidad de Cinco Villas, pasear por sus calles tranquilas y tomando las primeras bocanadas de aire puro de la Sierra.
Seguimos nuestro itinerario hacia El Berrueco, donde encontraremos el Museo del Agua y del Patrimonio Hidráulico que nos permitirá conocer todas las instalaciones hidráulicas de la zona y nos ayudará a planificar nuestra jornada, así como recorrer las calles de su casco antiguo en el que queda patente la importancia de elementos tradicionales tallados en sus piedras.


Podemos continuar hacia El Atazar, el pueblo que da nombre al embalse y lugar desde donde se puede disfrutar de su arquitectura tradicional con edificaciones dispersas y la barroca iglesia de Santa Catalina, y donde los deportes náuticos tienen una gran acogida.

Continuamos hacia Cervera de Buitrago, donde viviremos una nueva experiencia en el Museo de los Sentidos, creado para conocer en profundidad la naturaleza del embalse de El Atazar y para experimentar interactivamente a través de los cinco sentidos. Está especialmente concebido para discapacitados.

Si lo que queremos es volver al pasado, nuestra siguiente parada es el Museo de las Formas de Vida del Pasado, localizado en la antigua tejera de Robledillo de la Jara, nos ayudará a conocer más en profundidad los oficios más antiguos y tradicionales de la zona. En el Museo de los Juegos Tradicionales de Serrada de la Fuente descubriremos juegos populares como la Herradura, la Petanca o la Rana, quedando como testigo para las futuras generaciones.


Para terminar nuestra visita a este Territorio-Museo podemos ir al Museo de la Fragua en Paredes de Buitrago, recuperando la figura tradicional del herrero y el forjador, en un entorno típicamente tradicional, y al Museo de la Piedra en Mangirón, donde descubriremos la importancia que los trabajos de herrería y de la piedra tienen en la zona.
Antes podemos pasear por el precioso pueblo de Berzosa de Lozoya, en la falda del cerro de "La Mujer Muerta" y rodeado de una naturaleza muy diversa.

cerro de la mujer muerta
Si lo que quieres es olvidar el mundanal ruido tienes que ir a Puentes Viejas, municipio cuya territorio está ocupado por tres embalses: El Atazar, El Villar y el de Puentes Viejas.


Valle Medio del Lozoya


El Valle Medio del Lozoya se sitúa en el extremo Norte de la Comunidad de Madrid, donde se encuentra el Puerto de Somosierra, uno de los puntos de entrada desde el Norte más transitados. Acompáñanos y recorre los pueblecitos con encanto de esta zona de la Sierra Norte.


Empezamos en el propio Puerto de Somosierra, desde donde parte un pequeño sendero que nos permite observar la cascada más alta de la Comunidad: el Chorrero de los Litueros. Antes de abandonar esta zona podemos apreciar una placa en la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad que conmemora la Batalla de Somosierra, dónde el ejército napoleónico se hizo paso hacia Madrid.

chorrero de los litueros
Si seguimos el camino de la N-I, llegamos a una zona con un impresionante entorno natural. En él descubrimos Robregordo y La Acebeda (una de las localidades más pequeñas de Madrid) que, como el nombre de este último indica podemos encontrar el principal bosque de acebos de la Comunidad de Madrid, algunos de gran tamaño.

En el bosque que se encuentra entre ambos municipios se pueden observar interesantes especies arbóreas: alisos, álamos o cedros. En Robregordo aún se conservan construcciones de granito y madera de roble con tejas del antiguo tejar de Horcajo, que junto con la iglesia de Santa Catalina conforman lo más significativo de esta localidad.

Si continuamos descendiendo, la carretera nos conduce a Horcajo de la Sierra y a su pedanía Aoslos. En Horcajo viajamos en el tiempo siglos atrás al recorrer sus calles de edificios singulares, destacando la Iglesia de San Pedro in Cátedra, monumento gótico del siglo XV con gran valor artístico. Seguimos nuestro recorrido y llegamos a Madarcos, la localidad de Madrid con menos habitantes censados (poco más de 25) y con un ambiente típicamente serrano.

En sus alrededores podrás disfrutar de áreas recreativas donde te podrás dar un merecido descanso.
Si giramos hacia Buitrago de Lozoya en dirección a la Sierra del Rincón llegaremos a Piñuécar. No te puedes perder "La piedra de las Veces", un curioso el Reloj de Sol que se encuentra en la localidad adyacente de Gandullas. Un antiguo lavadero, el Molino de la Fausta, o la iglesia de San Simón son algunos de sus singulares atractivos.
Tras ello, es de parada obligada Buitrago de Lozoya, declarado Bien de Interés Cultural, con su impresionante Conjunto Amurallado rodeado por el río Lozoya, que, junto con su Alcázar-castillo, fueron declarados Monumentos Nacionales.

buitrago de lozoya

La capilla del Santísimo o la iglesia de Santa María del Castillo son de obligada visita. Tampoco puedes dejar de ir durante la segunda quincena de diciembre: su Belén viviente está considerado como "Fiesta de interés turístico".
A tres kilómetros, se encuentra Villavieja del Lozoya, conocida por los arcos mudéjares en las ruinas de una casa que hoy forman parte de una hospedería y que junto con la Iglesia Parroquial de la Inmaculada es uno de los lugares de mayor interés de la zona.
Entramos en la recta final de nuestro viaje parando en Gascones, municipio rodeado de vías pecuarias y donde podremos visitar la hermosa Iglesia Parroquial de Santo Tomás.

Continuamos por La Serna del Monte donde podrás ver el reloj de sol que antiguamente utilizaban los labradores para medir sus turnos de riego. También cuenta con una fragua rehabilitada convertida en alojamiento rural.

Serna del Monte

Finalmente llegamos a Braojos, municipio que, gracias a la elevación de las localidades vecinas, permite contemplar la profundidad del valle.
En cualquiera de los pueblos que recorren el Valle Medio del Lozoya existen senderos que permiten recorrer la sierra a pie o en bicicleta de montaña, paseos a caballo y en burro. Incluso las altas cumbres son un buen lugar para la práctica y el aprendizaje del parapente.

Encontramos también multitud de áreas recreativas en Buitrago del Lozoya, Horcajo de la Sierra, Robregordo y La Acebeda, donde, por ejemplo, puedes disfrutar de una comida al aire libre en familia.
Acércate al Centro de Iniciativas y Recursos Turísticos de Buitrago del Lozoya para obtener más información.

Sierra de la Cabrera


Esta estribación rocosa de la Cuerda Larga (uno de los macizos más importantes de la Sierra de Guadarrama) integra el macizo granítico más grande de la zona oriental de esta sierra. Se encuentra situada al norte del municipio del mismo nombre y al este de Valdemanco, es accesible desde la autopista A-1(Madrid-Burgos), a la altura del kilómetro 60.
Es denominado monte-isla, ya que aparece separado de la alineación principal y sus principales cotas son el Gancho Gordo, de 1564 metros, y el pico de la Miel, de 1392 metros, con una longitud total de cuatro kilómetros. Subir al Pico de la Miel es visita obligada.

pico_miel

Dado su fácil acceso, podemos descubrir los siete municipios que rodean este promontorio, Bustarviejo, Cabanillas de la Sierra, La Cabrera, Lozoyuela-Navas-Siete Iglesias, Navalafuente, Valdemanco y Venturada, donde se combina la importante tradición ganadera con el paisaje rural, las dehesas de aprovechamiento colectivo, los prados cercados, los potros de herrar, las vías pecuarias y por supuesto sus caminos y veredas.

La Sierra de la Cabrera es un lugar de paso de viajeros con valor histórico, se trata de la antigua carretera de Francia, hecho que resalta con las posadas y ventas que rememoran aquellos años en los que el viaje era toda una aventura.
Viniendo desde Madrid en dirección norte, al toparnos con la Sierra de la Cabrera, nos encontramos con una primera visión de la Sierra Norte, en la que resaltan su color tapiz vegetal y la diversidad de sus formas rocosas como reclamo principal para todos los municipios que componen esta subcomarca.
Puerta de entrada

Desde el término municipal de Venturada, abrimos las puertas y te invitamos a conocer la comarca de la Sierra Norte. Situado en una atalaya natural, se puede divisar de forma casi completa la cuenca del rio Guadalix y la vega de Torrelaguna. Venturada se relaciona con el área celtíbera prerromana y ya aparece datada con población romanizada ya a mediados del siglo II D.C. En 1593, Felipe II concede a la población el privilegio de Villazgo.

En su término municipal está el Pliegue Zaleski, un pliegue de roca metamórfica que se ve en tres dimensiones, lo que convierte a la localidad en punto de interés geológico de la región.

pliegue zaleski

Te recomendamos la visita al conjunto histórico-artístico de la ciudad, su arquitectura popular, las fuentes y abrevaderos, yacimientos, la Iglesia Parroquial de Santiago, la Ermita de San Benito y, por supuesto, su Atalaya, que fue declarada Monumento de carácter Histórico-Artístico por el Real Decreto en el año 1983, formando parte de la red de fortificaciones de enlace que el emirato cordobés construyo frente al avance cristiano.

Si lo que te apetece es andar, sus caminos, convertidos en ruta turística, harán que disfrutes de este bello paraje.

De sus fiestas y tradiciones destacamos San Isidro, San Juan Bautista y Virgen de la Antigua. Si te gusta el rock, en Venturada se celebra el "Ventu&Rock", festival y concurso de bandas de la zona que promociona este estilo musical como expresión cultural.
Seguimos la ruta...
A continuación, llegamos a Cabanillas de la Sierra y Navalafuente en las zonas menos altas y más llanas con hermosas dehesas de rebollos.
De Cabanillas resaltamos su origen, ligado al nombre del municipio ya que inicialmente fue un asentamiento de pastores que construyeron sus cabañas en este lugar. La ganadería refleja su importancia por las tres cañadas que atraviesan el término municipal, la Real de Extremadura, la de Sacedón al Portillo y la de Venturada.

Como ruta turística puedes hacer la del Toro, que circunda la localidad, para disfrutar de un entorno de singular belleza y unas magníficas vistas de la sierra. El Como patrimonio histórico-artístico, destacan las Antiguas Escuelas, el antiguo Parador, el puente de Los Arrieros, las diversas casonas, la parroquia de San Juan Bautista y el Ayuntamiento.

No hay que perderse, si te gustan las tradiciones, el Levantamiento de Mayo, la Octava del Señor (Corpus Christi), la Fiesta del Verano y la Inmaculada Concepción..
Continuamos nuestro viaje hacia Navalafuente, que surgió en el siglo XII y que se independizó de Bustarviejo en 1734 obteniendo el rango de villa.

Destacamos el Potro donde se herraba el ganado en la Plaza de San Bartolomé y la Iglesia Parroquial del mismo nombre. En cuanto a sus fiestas y tradiciones, la de Reyes, el Carnaval, las fiestas de San Blas y Santa Águeda y San Bartolomé y San Roque, son las más importantes. El entorno paisajístico se puede recorrer a través de la ruta de las Callejas, Valdemanco o la ruta del Cacho.
Rumbo al Norte
Seguimos nuestro periplo hacía la senda del Norte donde alcanzamos las mayores cotas de altitud de la Sierra de la Cabrera. Así nos encontramos con Bustarviejo, Valdemanco y La Cabrera, que son los términos mas montañosos de esta subcomarca.

Bustarviejo, deriva del término en latín bustar, que significa dehesa o pastizal de bueyes, en este caso viejo. Como hecho relevante en su historia, resalta la independencia de Segovia en 1626. Destacamos en la visita, el conjunto histórico-artístico con la Torre de la Mina y la Ermita de la Soledad y como fiestas y tradiciones, las de San Isidro y el Cristo de los Remedios o la veraniega fiesta del Tomate. Puedes disfrutar de la ruta interpretativa del Antiguo Penal o la senda ambiental, Paisajes de Bustar Viejo.


En el siglo XVI, Juan Valdés apodado "el manco", vecino de Bustarviejo, construyó una venta a unos cinco kilómetros de su pueblo. Sus hijas, una vez casadas, levantaron sus casas entorno a la de su padre. Según la leyenda, ese fue es el origen de Valdemanco. Inicialmente dependió de Bustarviejo, hasta que en 1840, la regencia del reino decretó la emancipación de Valdemanco que constituyó ayuntamiento propio.

Desde este momento, su actividad fue agraria y ganadera, hasta que en el segundo cuarto del siglo XX, con la construcción del ferrocarril Madrid-Burgos, al tener su propio apeadero, se usó para dar salida al granito de la zona.

Entre los elementos arquitectónicos destacamos la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, el Taller Museo Luis Berruti y el Potro de herrar, muy típico en la zona. Como tradiciones y festejos, reseñamos la festividad de Nuestra Señora del Carmen y San Roque.

Si te acercas a la zona, sube al Mondalindo, una de las cimas y el mirador natural de la Sierra de La Cabrera.

Desde la cumbre tenemos una buena visión paisajística de la Sierra y su entorno. El camino cuenta con innumerables fuentes y manantiales. Pero no es la única ruta, la de los Pastores, Huellas de la Historia, la ruta del Granito, la de los Huertos o la de la Vereda de los Muertos, completan el itinerario.


La Cabrera, cabeza de comarca, fue poblada allá por el siglo V aunque hay vestigios preromanos y romanos. Obtuvo su título de Villa en 1748 y fue destruida durante la ocupación francesa, reconstruyéndose en 1809.

Su actividad principal es la ganadería y el turismo rural. Alrededor de esta actividad se han constituido un buen número de casas rurales y restaurantes. Sus principales puntos de interés en el municipio son, el Centro de Innovación Turística Villa de San Roque con jardín Botánico, exposiciones temporales, jornadas de formación y cursos en su sala multimedia.

La Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, el Centro Comarcal de Humanidades Cardenal Gonzaga, el Potro de Herrar o la necrópolis medieval, Templo del Moro. De sus tradiciones y fiestas, resaltamos San Antonio y San Lucas. Los primeros domingos de cada mes, se celebra en el pueblo el Mercado de Productos Artesanos, Naturales y Ecológicos, que surgió con una clara vocación de fomentar la producción local, tanto ecológica como artesanal y que trata de contribuir a la conservación y promoción de la variedad de cultivos y productos de la Sierra Norte de Madrid.
Superando la cota de los 1500 metros llegamos al punto más alto, Lozoyuela–Navas-Sieteiglesias, que contrasta con un paisaje llano y montañoso, de formaciones graníticas y extensas dehesas de ganado. Su origen hay que buscarlo en la época medieval. La diversidad de las formas rocosas, el colorido tapiz vegetal y la localización estratégica de los núcleos de población son parte de los reclamos turísticos que la naturaleza ofrece al visitante.

El paisaje rural todavía mantiene la esencia del pasado, apreciable a través de las dehesas de aprovechamiento colectivo, los prados, potros de herrar, cortijos, caminos y vías pecuarias.
Su patrimonio histórico-artístico recae en, la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz, la Necrópolis Cristiana Medieval, el Estanco Museo Velasco, la Ermita de la Virgen de la Soledad y la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, el puente romano... Entre sus tradiciones y festejos, la Cruz de Mayo, San Blas, San Nicolás de Bari y la Virgen de la Soledad son las más importantes.

Existen infinidad de rutas y senderos por la Sierra de La Cabrera que se adaptan a múltiples perfiles de turistas y dificultades, por lo que recomendamos visitar algunos de los sitios específicos para conocer aquellas rutas que mejor se adapten a tus necesidades.


Sierra del Rincón


La Sierra del Rincón, fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en junio de 2005. Con paisajes realmente espectaculares, gran variedad de ecosistemas y siendo ejemplo de conservación de su biodiversidad, se convierte en un lugar de obligada visita. ¡No tienes excusa! Marca ya un día en el calendario y pon rumbo a este maravilloso enclave.
La Sierra del Rincón se encuentra en el nordeste de la Comunidad de Madrid. Está repartida en cinco municipios: Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra.

Todos ellos mantienen la esencia de los pueblos serranos. El 90% del espacio está protegido, destacando el precioso Hayedo de Montejo, uno de los más meridionales de Europa. Puedes visitarlo, pero debes tener en cuenta que esta visita está limitada y necesitarás un pase. Infórmate previamente para no perdértela, merece la pena.

hayedo-montejo

Su biodiversidad es increíble, existen más de 1.000 especies de animales y plantas, de las cuales 140 son raras, animales endémicos y otras que aparecen en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.


Patrimonnio cultural, artístico y arquitectónico


La Sierra del Rincón no solo presenta grandes atractivos naturales, también encontrarás pueblos con un gran valor cultural, artístico y arquitectónico. Conservan casi intactas muchas viviendas con construcciones de madera y piedra por las que parece que el tiempo se ha detenido Destacan edificaciones como el Molino Harinero de La Hiruela, (localidad de gran belleza en la que, a pesar de ser muy pequeña, tienes varios sitios donde comer y alojarte), el cual data del siglo XVIII y que aún hoy funciona perfectamente; los potros de herrar de Montejo de la Sierra o la Iglesia de Santo Domingo de Silos en Prádena del Rincón de gran interés arquitectónico por la mezcla de estilos a los que ha sido sometido a lo largo de los siglos.
Si quieres conocer más sobre el estilo de vida de la Sierra, visita los de museos etnográficos de Horcajuelo de la Sierra y La Hiruela.

En ellos no encontrarás las obras de afamados artistas, sino recuerdos cedidos por los propios vecinos, como por ejemplo, aperos de labranza, vestuario familiar o útiles ganaderos.
Y en medio de un valle encontramos uno de los lugares más bellos de esta sierra: Puebla de la Sierra, por el que discurre el arroyo del mismo nombre y por cuyas orillas se asientan robles centenarios. No dejes de visitar el Molino de Abajo o El Valle de los Sueños, original proyecto que recaba 18 esculturas situadas en una ruta de 1.3 km.
En ruta
Con estos atractivos, ¿no tienes ganas de recorrer las numerosas sendas que parten de sus pueblos y explorar la Sierra del Rincón con tu familia o amigos? Esta comarca te da miles de posibilidades para practicar todo tipo de turismo activo.
Rutas autoguiadas desde La Hiruela, desde Horcajuelo, desde Puebla....y en cualquier época del año. "La senda de las minas de plata" "la senda por los robles centenarios" o "la senda por los oficios de la vida" son algunos ejemplos de las posibilidades que te ofrece la zona. También las hay pensadas para viajeros con discapacidad, como por ejemplo," la Senda del Agua".
Valle del Jarama
El rio Jarama discurre en sus inicios como límite natural entre Madrid y Guadalajara, a la altura del famoso Hayedo de Montejo, se adentra en la provincia de Guadalajara, volviendo a entrar en Madrid donde se unen las aguas del rio Lozoya, formando un amplio y fértil valle conocido como el Valle del Jarama.


En Ruta por el Valle


El acceso al Valle del Jarama es muy sencillo, ya que solo basta con arrancar en la A-1 (Madrid-Burgos) y elegir la salida 46 a El Vellón, el municipio más meridional de la Sierra Norte. El término posee varios caminos rurales como el caminillo del Canal y diversas sendas que favorecen la práctica de actividades deportivas al aire libre, ciclismo, hípica, senderismo... Relajantes paseos para la recogida de frutos silvestres (setas, espárragos, moras y endrinas), la observación de aves, el estudio y catalogación de especies botánicas o el coleccionismo de minerales de gran surtido.

Visita su Atalaya Musulmana y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV. Dentro del municipio se ubica El Espartal, que conserva su carácter rural y singular belleza, donde podemos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y su pila bautismal del siglo XVI. Destacamos entre los festejos y tradiciones de la localidad, San Blas, la Fiesta del Pan y Queso, la Virgen del Rosario y la Virgen del Pilar.


Desde El Vellón y siguiendo por la A-1 en sentido norte, tomamos el desvío (salida 51) a Torrelaguna, pero antes de llegar a esta, pasamos por Redueña, enclave único anclado a las estribaciones de la Sierra, y cuyo trazado permanece casi invariable desde el siglo XIX.

En la parte más elevada encontramos la Iglesia de San Pedro Ad Vincula, que data del siglo XIV, con perfiles barrocos y renacentistas. En la plaza del pueblo, discurre una senda sobre el camino del Canal de Isabel II que une Redueña y Venturada que esta señalizada y adaptada para discapacitados. Los festejos y eventos destacados son el Santísimo Cristo de la Salud y Santa Lucía.

Llegamos a Torrelaguna, localidad más relevante de la comarca, al ser cabeza de partido y que contó con gran esplendor desde finales del siglo XV, puesto que el Cardenal Cisneros, nacido en la localidad, contó con una enorme influencia en la época. Fue en estos años cuando se construyeron los principales elementos arquitectónicos como la Iglesia de Santa María Magdalena, la Abadía de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas, el Palacio de Salinas, el Palacio de Arteaga, la portada de la casa de Los Vargas y el Convento de las Carmelitas, entre otros.

El término municipal está surcado por nueve vías pecuarias, el río Jarama y numerosos arroyos y canales de abastecimiento del Canal de Isabel II. Estos últimos son siete, y el más antiguo es el de la Parra (año 1853). Además de sus rutas culturales y de su vasto patrimonio, son recomendables los paseos y recorridos ecuestres para no perder el contacto directo con la naturaleza.

De las fiestas y tradiciones queremos destacar, las Cruces de Mayo, la Romería de Santa María de la Cabeza y la fiesta de la Virgen de la Soledad.


Nos adentramos en el Valle...


Seguimos y, a tan solo cinco kilómetros por la M-102, llegamos a Torremocha de Jarama, aunque influenciada por Torrelaguna, ha crecido en los últimos años por su incipiente eclosión de polígonos agropecuarios y artesanos.

La localidad posee una esmerada arquitectura tradicional y cocederos del vino, como un elemento singular y emblemático de Torremocha. Atravesada por el Canal de Cabarrús del siglo XVIII, una de las primeras infraestructuras del Canal de Isabel II, cuenta con los restos de ésta; el puente de hierro o de la Charcuela de origen romano, así como otras edificaciones dignas de mención, la Atalaya romana del Teorreotón, la antigua Fábrica de Harinas, la Iglesia de Santiago Apóstol, con sus pinturas románicas, el Museo de la Agricultura y la sala de exposiciones Torrearte Cultura sede de talleres artesanos y exposiciones.

De sus tradiciones y festejos destacamos, San Isidro Labrador y la Virgen de los Dolores. En octubre, se celebra la Feria de Artesanía acompañada de actividades culturales. Torremocha ofrece siete rutas para disfrutar de su entorno natural e histórico como la de las Calerizas, las Minas o la ruta de las Campiñas.
Volvemos a la M-102 y llegamos a Patones de Abajo, que junto a Patones de Arriba forman el municipio de Patones.

El de Abajo, de reciente creación, cuenta con una amplia cobertura de servicios en contraposición con el de Arriba, enclave declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural, lleno de historias y leyendas como la del "Rey de Patones", donde la tranquilidad de su emplazamiento y la conservación de la arquitectura tradicional de pizarra, hacen de la localidad una visita más que obligada.

Patones cuenta, además, con la Presa de Pontón de la Oliva (primera presa del Canal de Isabel II sobre el Lozoya, de mediados del XIX), numerosas construcciones del Canal de Cabarrús y la Cueva del Reguerillo, declarada Monumento Histórico Artístico por sus pinturas rupestres, el Yacimiento arqueológico del castro Dehesa de la Oliva, asentamiento humano ya desde el paleolítico, el Ecomuseo de la Pizarra al aire libre, la antigua Ermita, hoy oficina de turismo, el Museo-Aula Geológica o la presa del Atazar.
También en Patones podemos disfrutar de paseos por el término municipal como la Senda Ecológica de El Barranco y contemplar otros elementos como la Ermita de la Virgen de la Oliva (siglos XII ó XIII), de la que aún permanecen en pie el ábside y el primer tramo de la nave. Si te gusta la escalada o la espeleología, Patones cuenta con espectaculares paredes verticales o galerías interminables con gateras, laminadores, pozos... Y como no, sus fiestas y eventos, Nuestra Señora de las Candelas con su procesión de las antorchas y la fiesta de San Juan.

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