La Canal de Navarrés travel guide

LA CANAL DE NAVARRÉS

ereta del pedregal

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La visita a la Canal de Navarrés y sus pueblos, habitada desde tiempos remotos, y que guarda en las numerosas cuevas y abrigos, como la Cueva de la Araña y los abrigos de Río Grande, magníficas muestras del Arte Rupestre Levantino, nos lleva a adentrarnos en unos de los últimos enclaves donde la naturaleza habita en todas sus formas.

El agua como fuente de vida, los bosques, la fauna y la flora son los principales componentes que se entremezclan con los pequeños pueblos que van surgiendo dentro del valle que forma La Canal de Navarrés: una serie de pueblos extendidos entre Millares y Enguera de norte a sur (colgando espectacularmente sobre el cañón del río Júcar, que conserva un rico patrimonio).

La vegetación dominante la forman pinares, lentiscares y coscojales, habiendo tambiénencinares y fresnos.

La parte baja de la comarca es un paisaje rural mediterráneo, en el que predominan los campos y los cultivos.

POBLACIONES

ANNA

anna valencia

El origen del nombre de este municipio viene del árabe y significa “agua”. En Anna el visitante podrá ver como el agua da formas caprichosas a la geografía, muestra de ello es la Albufera de Anna, rodeada de chopos y árboles frondosos que en verano producen una acogedora sombra, los gorgos como el de La Escalera es un paisaje idílico, está formado por un remanso de aguas cristalinas, sin olvidar el gorgo Catalán o la Fuente Negra.

Además y dentro del patrimonio arquitectónico destaca la Iglesia Palacio de los condes de Cervellón, construido en el s. XVII sobre el castillo de Anna.

Se encuentra dentro del núcleo urbano de la población y recientemente ha sido declarada Bien de interés Cultural. Otros monumentos de interés son la Iglesia de la Inmaculada, que se construyó en el siglo XVII y la Ermita del Cristo de la Providencia que se encuentra situada en la parte alta del pueblo, lo que se conoce como las Eras y se construyó sobre 1760.

En la partida de "La Moleta", se han encontrado ruinas de un poblado romano del siglo III.

BOLBAITE

bolbaite

De la época musulmana datan las Ruinas del Castillo de Bolbaite, que está situado en la parte alta del pueblo; de origen árabe. Construido en el S. XVI como casa-palacio de la familia Pardo de la Casta, señores feudales de Bolbaite.

Declarado Bien de Interés Cultural. De estilo barroco encontramos la Iglesia de S.Francisco de Paula (construida en 1521 y reconstruida en 1780) de estilo marcadamente barroco.

Fuera del casco urbano y desde un montículo se apoya la Ermita de Santa Bárbara, a 300 m. sobre el nivel del mar.

Allí podemos observar una gran extensión del resto de la comarca. El municipio de Bolbaite cuenta con parajes naturales de gran riqueza paisajística y ecológica, destaca el paraje de la Ermita de Sta. Bárbara, el río Sellent, Puente Piedra o el "Gorgo Cadena".

El municipio de Bolbaite conserva todavía hoy la tradición artesanal del trabajo del mimbre y el esparto, elaboración de "caliqueños" (pequeños puros legalizados recientemente).

ENGUERA

enguera

Barrancos, cerros, bellos parajes de montaña con valiosísimos tesoros arqueológicos y bosque mediterráneo de pinares y encinas, conforman en Enguera un mosaico increíble de paisajes.

La arquitectura espectacular de su centro histórico con la imponente iglesia arciprestal del siglo XVII, casas señoriales, el convento carmelita, plazas y un trazado de calles al más puro estilo árabe llevan al viajero a recorrer diferentes épocas.

 La vida en la villa, alegre y bulliciosa, se enfrenta de manera permanente a la tranquilidad de la agreste naturaleza de su interior, la sierra de Enguera. Unas veces, tranquila como un sueño, y otras, animada y vivaz, la capital de la comarca valenciana de la Canal de Navarrés es un lugar que invita a descubrir todos sus secretos y sorprende al viajero por su serenidad bulliciosa.

INTERÉS TURÍSTICO

La historia y el patrimonio de Enguera te van a sorprender. Un paseo por sus calles y plazas te permitirán revivir parte de su historia más viva.

Acércate, conoce sus gentes y sus costumbres. En Enguera, todo, naturaleza, historia, cultura y tradición se han construido sobre lo abrupto de la sierra, la fértil planicie de su valle, sus pulcros caseríos y su blanca villa.

PATRIMONIO CULTURAL

Si nos centramos en las primeras etapas de la historia de Enguera, el elemento patrimonial más relevante y singular es el poblado ibero del Cerro de Lucena (siglo I a.C.).

La civilización islámica, que dominó el territorio entre los siglos IV y XIII dejó un importante legado de topónimos, costumbres y una obra arquitectónica trascendental: el Castillo.

A través del entramado urbano local se puede apreciar el paso del tiempo que va desde la presencia musulmana en el casco histórico hasta el posterior crecimiento de los siglos XVI, XVII Y XVIII en los que realizaron los edificios más notables que conservan en la actualidad: la Iglesia de San Miguel Arcángel y el Convento de Carmelitas Descalzos de San José y Santa Ana.

La arquitectura religiosa se completa con las ermitas de San Antonio de Padua, San Rafael y San Cristóbal.

El patrimonio artístico de Enguera incluye obras tan destacadas como el retablo de la Virgen de Gracia (realizado a principios del siglo XV por Paolo de San Leocadio en estilo renacentista), la Pila Bautismal (1628), la Cruz Procesional Gótica (principios del siglo XV), la estatua de Ibáñez Marín y la Fuente de la Plaza Comunidad Valenciana.

MUSEOS

En los Museos de Enguera se recogen todas las manifestaciones culturales documentadas: arqueología, arquitectura, etnología, toponimia, etc. que permiten documentar exhaustivamente el catálogo de los distintos bienes que conforman el patrimonio cultural.

- Museo Arqueológico y Pinacoteca Municipal. Plaza Comunidad Valenciana.

- Museo Etnológico. Plaza Manuel Tolsá.

NATURALEZA

Si hay enclaves geográficos en los que pueda hablarse de diversidad, ese es el de la Sierra de Enguera que tiene entre las obras de la naturaleza un lugar indudablemente destacado.

La Sierra de Enguera posee una extensión de 24.025 hectáreas y está dividida en cuatro zonas: La Redonda, Los Altos, Navalón y La Matea.

Con una vegetación típica del bosque mediterráneo, cuyas características ambientales e históricas favorecen la existencia de una gran biodiversidad de especies vegetales como pinos, carrascas, lentiscos, madroños, etc. La sierra le ofrece al viajero alturas que superan los mil metros sobre el nivel del mar, profundos barrancos con paredes de vértigo, dulces carrascales, abruptos roquedales y abundantes manantiales.

Parajes Naturales Municipales:

- PNM Umbía – La Plana

- PNM Barranco de la Hoz

- PNM Barrancos Carrasca – Gatillo

NAVARRES

navarres

Para conocer como vivieron los primeros pobladores de Navarrés encontramos numerosos lugares y yacimientos que nos permiten conocer su forma de vida. Para ello realizaremos un breve recorrido por las principales etapas de nuestra historia.

Las primeras huellas que encontramos en nuestra región, parecen situarse hacia el medio millón de años. Hacen referencia a antepasados que utilizaban el sílex como instrumento para realizar diversas actividades y se dedican a la recolección y a la caza de animales diversos.

En el paleolítico medio (100.000-30.000 a.C.) podemos encontrar numerosos restos que nos permiten conocer la existencia humana, gracias al estudio de Las Fuentes (Playa-monte) a manos de Francisco Martínez Sanchis que llevó a cabo la excavación de los restos paleolíticos.

Estos estudios nos dan a conocer la existencia de una comunidad humana instalada en la orilla de la extensa laguna (antes del 40.000 a.C.), en la cual fabricaron para sus actividades manuales instrumentos de piedra tallada en sílex y en cuarcita, con raederas de todo tipo, puntas musterienses y hojas-cuchillo.

En el Paleolítico Superior no encontramos ningún yacimiento que nos aporte gran relevancia, tan solo apuntar una reducida cantidad de materiales arqueológicos en Las Fuentes y algunos hallazgos cercanos al Barranco del Lobo (Chella).

Las condiciones de vida no variaron demasiado respecto al periodo anterior manteniendo el régimen económico venatorio y recolector. Añadir la desaparición de los elefantes, rinocerontes, hipopótamos y enormes felinos permaneciendo la fauna común (caballos, ciervos, cabras etc.) que abundaban los alrededores de la Marjal y del Río Grande.

La Ereta del Pedregal, uno de los yacimientos más importantes del Eneolítico (3.000-1.600 a.C.) nos da a conocer la riqueza histórica de estas tierras dividiendo su importancia en tres grandes hechos; por un lado el abandono de las cavidades rocosas sustituidas por asentamientos al aire libre, cada vez más organizados a modo de poblado (acercamiento a la vida urbana), por otra parte la utilización por primera vez del cobre, oro y plata, teniendo gran importancia el primero sobre los demás.

ereta del pedregal puntas

En tercer lugar destacamos los enterramientos en cuevas, grietas , simas y covachas en forma de rito. El más representativo lo podemos encontrar en la cueva del Palanqués, en un enterramiento colectivo de la época. Las bases económicas son la agricultura y ganadería (caza y recolección de frutos silvestres), el comercio adquiere gran relevancia ya que empieza a manifestarse en toda Europa.

Hacia 1.600 a.C. comienza una nueva etapa, la Edad del Bronce Valenciano, en el cual cobra gran relevancia la habitación al aire libre en poblados ya urbanizados, seguramente para aprovechar mejor el reducido e incomodo espacio de los cabezos y puntales rocosos, prueba de ello lo encontramos en la cima del Altico de la Hoya, el Castillo de Navarrés y el Puntal del Escalona.

Destacamos en la industria lítica las hachas o azadas, azaditas, escoplos, algún cuchillo o punta de flecha y numerosos dientes de hoz para la siega de cereales y forrajes haciendo referencia a la industria metálica debemos añadir los punzones y aros o anillos; siempre en cobre, con algún utensilio en bronce.

Hacia el 500 a.C. comienza la Edad de Hierro finalizando la prehistoria y comenzando la protohistoria con las primeras noticias escritas griegas, pero de la Canal no hace referencia alguna. Se introducen técnicas y materiales nuevos para elaborar productos de una nueva cultura, la Ibérica.

Tiene gran importancia la aparición del alfabeto oriental que al mezclarse con la lengua hablada dio lugar a la lengua Ibérica, pero todavía no puede ser traducida. La cerámica pasa de fabricarse manualmente a un proceso mecánico, teniendo formas propias de la cerámica Ibérica.

Con el hierro se producen armas y herramientas propiamente Ibéricas, monedas, esculturas etc. Como restos más importantes tenemos el Caballito de La Traviesa (pieza de barro de pequeñas dimensiones) y restos de habitación en la Loma de los Ajos.

Como restos de la Romanización encontramos la villa rustica localizada en Los Pedregales y la tumba de época tardía localizada en los nuevos almacenes de la cooperativa.

En otras localidades de la Canal de Navarrés como en Anna destacan poblados romanos como la Partida de las Islas; en Bicorp el poblado de los Marcanes; en Chella Secanos Altos y en Enguera destacan los hallazgos del caserío de Carrió, el Santuario de la Cueva del Niño, El Santo, La Pereta, Casa del Cuarto, Barranco del Castillo, Covacha de las Arenas, Cueva de las Enmiendas, Puntal del Coleto, Peñas de la Higüela, en la Canaleja, Casa de en medio, etc.

Haciendo referencia al arte rupestre prehistórico de nuestro pueblo, decir que somos muy afortunados al poseer muestras de tres artes diferentes:

• Arte Rupestre Levantino (8.000-5.000 a.C.). Restos de poblaciones cazadoras y recolectoras del Mesolítico, dejaron constancia de su arte en las paredes rocosas de abrigos o viseras de los acantilados calizos, representando la vida cotidiana habitual de los seres humanos prehistóricos.

• Arte Lineal-Geométrico: Grabados fusiformes de la cueva del barbero realizados en roca caliza de la pared rocosa del fondo. Son grabados rectilíneos del surco profundo.

• Arte Esquemático: Representado por las pinturas de Las Carasetas, en color blanco y sobre pared lisa calcárea.

El núcleo urbano de Navarrés (siglos X y XI) comienza con unas cuantas familias de íbero-romanos que vivían en cuevas situadas en la parte alta del pueblo, pero la invasión musulmana fue rápida. Los pueblos estaban cansados de las constantes luchas de reyes y de la intervención de ejércitos extranjeros, no podían recibir mal a un rey nuevo que les conquistaba mediante tratados y con el compromiso de no alterar sus costumbres, aunque les impidiesen hablar mal de Alá.

Existían algunas familias musulmanas asentadas en la Alcudiola con un estilo de vida propio. Por tanto, existían a menos de 600m dos comunidades completamente distintas por su religión, raza, lenguaje y cultura.

Con la conquista de Jaime I en Xátiva en 1224 encontramos un Navarrés divido por dos comunidades totalmente musulmanas, hablando un dialecto árabe llamado por los cristianos “Agarabía”, imposible de cambiar para los musulmanes fue la etnia de una mayoría de pobladores. En un periodo de tiempo tan corto los habitantes íbero-romanos dejaron todo su pasado para recibir con los brazos abiertos a la cultura, religión y lenguaje árabe, nunca siendo obligados a ello.

Con la desintegración del imperio romano y las invasiones bárbaras, Europa se sumió en la más profunda Edad Media.

Tras muchos intentos de introducir la religión cristiana nunca acabó de cuajar en Valencia y, por tanto, en Navarrés o el llamado “Alcublas” por los musulmanes, tampoco.

El siglo XI está caracterizado políticamente por la desintegración del Califato de Córdoba que aumentó notoriamente los reinos musulmanes (Taifas), pero no todos los dirigentes musulmanes habían sido dignos de reunirse con Mahoma, además Navarrés no fue una Xátiva, Valencia o Córdoba, donde era mucho más fácil el contacto con los grandes hombres del saber y al mismo tiempo con el buen número de funcionarios corruptos que trabajando a la sombra de los palacios reales estaban más interesados en los ascensos sociales, poder y riquezas, que no en la doctrina de su Profeta, de la que, paradójicamente, se sentían fieles seguidores.

Los gobernantes musulmanes pagaban fuertes sumas de dinero a los reyes cristianos para no ser invadidos asegurándose así sus dominios, ya que los reinos islámicos no poseían ejércitos suficientes para defender sus fronteras.

Todo ello queda de manifiesto en las Navas de Tolosa (1212) en la cual derrotaron los cristianos a los musulmanes y se dieron cuenta de su inferioridad militar.

El miedo se apoderó de todos los musulmanes a causa de la caída de la ciudad de Valencia a manos del rey cristiano Jaime I (1238)

Una mañana de 1244, cuando el rey Jaime asediaba por segunda y definitiva vez Xátiva, llegó por el sendero de Bolbaite un caballero cristiano con un grupo de soldados bien armados, y a partir de este día pasó Navarrés a formar parte de un nuevo sistema de gobierno cristiano.

Pero en nuestro caso, Navarrés continuaba siendo una aljama musulmana pero bajo el gobierno cristiano.

Consta que en 1258 el primer señor feudal de Navarrés y de su castillo era Beltrán de Vilanova. En 1257 el rey Jaime II lo donó a Roger de Lauría; en 1367 pasó a Pascual Maçana; en 1387 fue comprado por Jaume Castellá.

En 1488 se concede autorización para poblar el lugar de Navarrés formándose la “Baronía de Navarrés” siendo de la familia Tolsá.

Posteriormente en 1557 Felipe II otorgó a D. Pedro Luís Garcerán de Borja el título de “Marquesado de Navarrés”.

Según el padrón que mandó hacer el patriarca Juan de Ribera, en el 1586, en esta población había 86 casas de moriscos y 136 de cristianos viejos, añadiéndose a este número los pequeños poblados moriscos cercanos a Navarrés de Alcudiola, La Torreta y Otemel.

El núcleo de población de la zona circundante del Templo Parroquial se llamaba “Alcubla”.

En 1609, como consecuencia de la expulsión de los moriscos, el pueblo quedó deshabitado más tarde, se hizo repoblación de cristianos, cuya Carta Pueblal, ratificó ante notario el entonces Marqués de Navarrés José de Proxita, con fecha de 12 de julio de 1611.

Durante el 1623 y 1678, tras los proxitas les suceden los Gurrea. El quinto Marqués de Navarrés fue Miguel de Gurrea y a este le sucedió su hijo José de Gurrea.

Durante barias generaciones el Marquesado perteneció a los Bermúdez de Castro (1678- fines del siglo XVIII).

Al morir sin descendencia directa José Claudio Bermúdez de Castro y pasar el Marquesado a su hermana, éste pasó a la familia Robolledo de Palafox, con quien estaba casada Jerónima. Manuel Alvarez de Toledo fue el decimoséptimo Marqués de Navarrés, a quien sucedió el actual Marqués de Navarrés, Carlos Alvarez de Toledo.

INTERÉS TURÍSTICO

Los monumentos más representativos de Navarrés son la Iglesia Parroquial de Nuestra Sra. de la Asunción (reconstruida en el S.XVIII), que es museo Parroquial, la Ermita del Santísimo Cristo de la Salud, “Abribador” de los moros, El Castillo (ruinas), la “Tinaja” (silo para almacenar grano, de origen árabe) y la fuente “La Marquesa” o fuente de los 24 chorros (con más de doscientos años).

En el apartado de los yacimientos encontramos muchos y muy interesantes: La Ereta del Pedregal, considerado uno de los yacimientos más importantes de España del Eneolítico; Las Fuentes; Abrigo del Garrofero (Pinturas rupestres).

Pendiente de declararlas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; Cueva del Barbero, grabados rupestres; Cueva del Palanqués, enterramiento eneolítico; Las Carasetas, se trata de diez figuraciones, la mayoría en blanco y rojo con unas dimensiones de entre 60 y 70 cm agrupadas en dos filas y que representan caras humanas con ojos, nariz y boca, se consideran de la Edad de Bronce.

Dentro del patrimonio natural de Navarrés destacaremos sus parajes naturales más pintorescos, destacan la Ceja del Río Grande, Fuente el Pino y La Carrasqueta, Pozo de las Quebradas, Presa de Escalona y el lago natural de Playamonte.

BICORP

bicorp

Pocas poblaciones pueden enorgullecerse tanto como Bicorp, de conocer sus más remotos antecedentes gracias a las representaciones pictóricas que, desde los albores de la ocupación humana de estas tierras, han llegado hasta nosotros.

Estas representaciones constituyen una visión muy exacta de las formas de vida que tuvieron nuestros más lejanos antecesores. Escenas domésticas, religiosas, las figuras humanas y animales describen a la perfección su constitución física, hábitos, costumbres, animales con los que convivían y de los que se alimentaban y lugares y entorno en el que habitaban.

Según el documento escrito más antiguo conservado, las alquerías de Bicorp y Benedriz fueron donadas por el rey Don Jaime I a Sancho Martín de Oblites, su primer señor, en el año 1259.

A principios del siglo XVI, tuvo lugar en el antiguo reino de Valencia un levantamiento popular contra el sistema feudal conocido como Germanía. El Virrey hizo un llamamiento a la nobleza para que acudiese a concentrarse con sus fuerzas en Gandia.

Y allí, entre otros muchos, se presentó el señor de Bicorp D. Luis de Vilanova, que participó en los combates de Xátiva, uno de los puntos importantes de la rebelión.

También se han conservado multitud de documentos relativos a la expulsión de los moriscos, que significo una merma significativa en la población, y la repoblación, proveniente en su mayoría de Aragón y Baleares.

Destacan también las participaciones en la guerra con Francia, con hombres, dinero, armas y avituallamiento. Y finalmente en la guerra civil, de la que Bicorp afortunadamente apenas notó sus efectos.

El día 11 de Agosto de 1961 se autoriza al Ayuntamiento de Bicorp a adoptar su propio escudo heráldico.

INTERÉS TURÍSTICO

De entre las construcciones religiosas destaca, la Iglesia Parroquial de S.Juan Evangelista, de estilo renacentista, que data del Siglo XVI. Son de importancia la "Puerta del Castillo" que es como popularmente se conoce a la antigua casa del Barón de Bicorp, destaca el escudo del Conde de Castella, siglo XVI, y los Poblados del Calderón en la Muela, la Rotura y los Morcones, situados junto al Benefetal, datan de la edad de Bronce, y el Azud de los Moros, obra morisca y a su lado, se encuentra el "Charco los Morteros". Bicorp es famoso por sus yacimientos históricos.

cueva de la araña

Las pinturas rupestres de la Cueva de la Araña (declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) o las del Barranco Moreno, son solo algunos de sus bellos rincones. El municipio de Bicorp cuenta con innumerables parajes naturales, como el Río Fraile, la masa forestal de carrascas, robles y sabinas de "el Buitre" o "la Gola Lucino", garganta por la que se puede acceder al nacimiento del río Cazuma. Hay que destacar la posibilidad de poder observar águilas, muflones o cabras hispánicas.

ARTESANÍA Existe una fábrica de pastas caseras, donde se elaboran los "pastissos de moniato", "rosegón de almendras", etc... Producción artesanal de aceite de oliva y miel. Algunas mujeres hacen "ganchillo" y también se hacen "caliqueños" de muy buena calidad.

CHELLA

chella

A pesar de la existencia de restos arqueológicos de un poblado ibérico, situado en la partida de Los Secanos de Arriba, así como de una granja romana en la actual casa de Fulgencio y de restos de habitáculos musulmanes en las cuevas de la Peña del Turco, el actual municipio de Chella tiene su origen en una alquería musulmana, situada en la actual plaza de la Iglesia Vieja, en la que se aún se conserva una parte del muro de la mezquita con una hornacina con la Virgen de Gracia, patrona de la localidad.

En 1244 Jaime I conquisto la comarca y contra él se rebeló Al-Azraq, caudillo musulmán, y con él los habitantes de Chella.

Tras ser vencidos fueron expulsados, repoblando el pueblo con musulmanes leales al rey. La población fue dada en feudo, sucesivamente, a Tomás de Ulmis, al Conde de Denia, a Pedro Escintelles y al primer duque de Gandia (Alfonso el Vell), a cuya muerte pasó de nuevo a la Corona.

Durante las Germanías los moriscos de Chella fueron forzados a bautizarse y la parroquia de Bolbaite se desmembró de la de Chella. Con Carlos de Borja, volvió a manos de los duques de Gandía y condes de Oliva; y en 1609 Felipe III ordenó la expulsión de los moriscos y Chella quedó totalmente abandonada hasta 1611.

Fue entonces cuando se otorgó la carta puebla y se instalaron nuevos pobladores (los Llobregat, Granero, García, Esparza, Palop, etc.).

En este siglo crece la población a partir del casco medieval; los restos del castillo musulmán se quedan en la parte alta, hoy barrio de la Peña. Este desarrollo se consolida en el siglo XVIII cuando los señores feudales ya no son los Borja, sino los marqueses de Bélgida.

En la guerra de sucesión Chella dejará de pertenecer a la gobernación de Játiva y pasará al corregimiento de Montesa con las vecinas localidades de Anna, Enguera y Estubeny.

Todos estos pueblos estuvieron afectados por el terremoto de 23 de marzo de 1748, que destruiría la iglesia vieja de Chella, acelerando así la construcción de la nueva (1763) de estilo neoclásico y cruz latina, con torre campanario de esquinas orientadas a los puntos cardinales y que conserva su primera campana, María de Gracia, de 1789.

En este mismo siglo se experimentó un crecimiento económico muy importante: la transformación de secanos en huerta, gracias al descubrimiento de un nuevo manantial (El Abrullador) tal como reseña Cabanilles en su obra.

En el siglo XIX, desaparecidos los señoríos territoriales, Chella se constituyó en municipios con el término municipal. En el censo de Madoz de 1840 la población era de 1.200 habitantes, cuya economía se basaba en el cultivo de trigo, maíz, cebada y en la producción de aceite, vino y seda.

Durante la Restauración, la estructura social agrícola era de pequeños y medianos propietarios y jornaleros, cosa que provocó la aparición del caciquismo. Existe la leyenda, con tintes románticos, de que El Chato, personaje real al servicio del caciquismo, se hizo rodero (bandolero) por un desengaño amoroso.

La filoxera acabó con el cultivo de la viña y la producción de vinos. Esto provocó numerosas emigraciones a Argentina y la extensión del cultivo del olivo.

De la época de la República y de la Guerra Civil, destaca la figura de Carlos Fabra, sargento republicano que abortó la sublevación fascista en Valencia y que, exiliado en París, ayudó a muchas familias de chellinos emigrados por razones económicas a finales de los años 50 y 60 del pasado siglo.

Con la llegada de la democracia y la vuelta de los emigrantes se mejoró la economía. La población activa abandonó el sector agrícola a favor de la construcción y de los servicios.

La confección doméstica y la elaboración de puros caliqueños constituyeron una economía sumergida, que empleaba mayoritariamente mano de obra femenina.

INTERÉS TURÍSTICO

La Iglesia Parroquial de la Virgen de Gracia, construida en el siglo XVIII, la Ermita de S.Nicolás, el Convento de las Monjas, els "Castillets" (restos de origen árabe).

De sus parajes naturales el más conocido es El Salto, todo un paraíso natural, y muy próxima, la Cueva de la Lluvia.

Existe un importante yacimiento arqueológico donde se han encontrado restos de sílex así como pinturas de origen primitivo. El yacimiento recibe el nombre de “Barranco del Lobo”.

ARTESANÍA

El municipio de Chella conserva la ancestral tradición del trabajo manual en la elaboración de caliqueños (pequeños puros recientemente legalizados), encajes de bolillos así como diversos trabajos de piedra ornamental (para fachadas, chimeneas, calzadas,...).

caliqueños

En la actualidad, el desarrollo urbano continúa a partir del Paseo a través de los mismos ejes de crecimiento: las calles Higueral, Carlos Fabra, Federico Granero, Blasco Ibáñez, Miguel Hernández, la Paz y Valeriano Bellver y la avenida de la Constitución, que ha dejado de ser travesía urbana debido al desvío de la carretera. En dirección a Bolbaite, el pueblo se ha ampliado con el polígono industrial, articulado alrededor de la calle Primero de Mayo, cuyas travesías llevan los nombres de las partidas rurales del término.

Desde hace una década, la población se ha incrementado con la llegada de personas procedentes mayoritariamente de países del Este de Europa, del Magreb y de Gran Bretaña, con lo que se abre una nueva etapa de convivencia.

MILLARES

millares

Emplazado en el macizo cretácico de Caroche, en la hendidura abierta por el río Júcar entre la muela de Cortes, al oeste, y la sierra de Caballón, al noreste.

El río Júcar, su principal accidente geográfico, le sirve de límite con Dos Aguas y Tous. Aparte del Júcar recorren el término las ramblas del Sabinat, Seca, Canillas y Pileta.

Entre sus numerosas cuevas y abrigos merecen ser visitadas la Cueva las Donas, casi en el límite con Quesa, la de las Palomas, cercana a la población, y el abrigo del Barranco de las Cañas, con pinturas rupestres de tipo naturalista.

Hay 25 abrigos mas con pinturas rupestres descubiertos por José Martínez Royo, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

También un importante yacimiento con huellas de dinosaurio, descubierto por José Martínez Royo.

INTERÉS TURÍSTICO

Los monumentos más destacados son el Castillo de Millares, enclavado en las proximidades de la población, sobre un monte cuyas septentrionales se desploman sobre el Júcar, quedan algunos restos de un castillo, de los varios que jalonaban el recorrido fluvial y que protegían el paso del desfiladero del Júcar contra posibles invasiones.

El Castillo de Coves, del que también quedan ruinas cuya torre atalaya todavía se mantiene en pie, en un punto elevado que domina el Júcar aguas arriba del pueblo.

Enclavado en un escarpe del Barranco de las Cañas, ribera izquierda del Júcar, existe un pequeño grupo de pinturas rupestres de estilo levantino. De una ocupación humana durante los primeros tiempos de la Edad de los Metales, o quizá algo antes, a fines del Neolítico, quedan restos en el importante yacimiento de la Cova de les Dones', donde se encuentra igualmente testimonios de época ibérica.

GASTRONOMÍA

Aceite de oliva extra virgen ecológico, (primero de la Comunidad Valenciana). Arroz con hierbas, gazpachos, conejo en todas en todas sus modalidades, hongos y munchetas.

Dentro de la gastronomía merecen un apartado especial los dulces tradicionales siendo los más típicos y tradicionales: los rollicos de anís, pastelitos de moniato, rosegones, brazo de gitano, etc.

QUESA

quesa valencia

Quesa, es un municipio de 740 hab., situado en la comarca de La Canal de Navarrés e inmerso en el valle del Macizo del Caroig a aproximadamente unos 300 metros de elevación sobre el nivel del mar.

Su término, amplio en comparación con la mayoría de los pueblos de la Comunidad Valenciana, consta de 7895 ha., de las cuales, 68 ha., son de regadío, 2884 ha., son correspondientes a cultivos de secano, 1176 ha., son de bosque, 2322 ha., son atribuibles a terrenos de pasto, 834 ha. a terreno yermo y tan solo 11 ha., están actualmente edificadas.

Su término, alargado, limita al norte con los términos municipales de Millares y Tous, al sur con los de Navarrés, Ayora y Enguera, por el este con los términos de Navarrés, Bolbaite y Tous y finalmente por el oeste con Bicorp y Ayora.

Quesa, al igual que sus vecinos municipios de la Canal de Navarrés fue sede prehistórica de asentamientos más o menos sedentarios. Prueba de ello la tenemos en las pinturas rupestres halladas en términos de Quesa y Bicorp en el " Abrigo del Voro" y en la “Cueva de la Araña”, expresión del Arte Rupestre Levantino (Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO).

Estas pinturas genuinas del periodo neolítico son especialmente interesantes por cuanto no presentan escenas de caza tradicionales, sino que nos muestran en el caso de la “Cueva de la Araña” escenas de recolección de la miel y en el caso del “Abrigo de Voro” danzas de arqueros.

abrigo de voro

Fueron los árabes, los fundadores del asentamiento de Quesa tal y como actualmente la conocemos y los que le dieron el nombre de “Queixen” (que significa “Azotada por vientos de poniente”) debido a su ubicación.

Su castillo, aunque encuadrado militarmente junto con los de Bicorp, Benedriz, Bolbaite, y Navarrés en la ruta de defensa de las serranías de Ayora, Teresa y Millares no fue escenario de ningún hecho de armas relevante. Este pasó a manos cristianas con la rendición y entrega de Xátiva y la posesión definitiva de Enguera.

El caudillo árabe El-Asrrach organizó defensa en los reductos montañosos frente al valle del Júcar pero esta sucumbió también por asfixia mas que por lucha y Quesa, uno de esos reductos, se incorporó a las posesiones cristianas de la época sin gran resistencia.

Su primera dueña fue Doña María Boy y de Calatayud. No se encuentran reseñas históricas anteriores en el reparto que D. Jaime hace de tierras, castillos y villas en el momento de la conquista de Xátiva, posiblemente debido a que todavía no se había conseguido la paz en la zona y posteriormente, con la derrota de El-Asrrach, hubieron disputas por la posesión del término entre las coronas de Castilla y Aragón.

Estas disputas terminan con la cesión de las zonas de Enguera y Ayora por parte del Reino de Castilla al de Aragón en 1280.

Esta cesión se produce  con la zona ya poblada por castellanos, por lo que el castellano es el idioma natal de la comarca.

La influencia árabe en Quesa es mucha, pues, aún después de su anexión a los reinos cristianos, Quesa fue uno de los últimos reductos de población árabe.

En 1276 se hace referencia a Quesa como Castellá mediante una orden de avituallamiento del rey. Esta denominación es debida al vínculo patrimonial con los Castellá (oriundos de Huesca), servidores del Rey D. Jaime en la reconquista de Valencia.

El 12 de Abril de 1367 el pueblo de Quesa queda vinculado al señorío de Jérica mediante una Carta Puebla. Esta, está otorgada por D. Juan Alfonso de Jérica en Jérica el citado año, realizándose traslado a Valencia de la misma el 5 de Noviembre de 1494.

El documento, firmado por el rey D Pedro IV se halla en el Archivo del Reino nº 495 folio 135.

Sin embargo, 21 años después, Quesa volverá a pertenecer a los Castellá en la persona de Jaime Castellá en donación efectuada por el rey D. Juan en Monzón a 25 de diciembre de 1388 (Archivo del Reino, registro 495, folio 196).

Quesa, vinculada a los Castellá en su mayor parte de historia, adquiere relevante importancia a principios del S. XVII una vez estabilizado el señorío de Bicorp, Benedriz y Quesa en el dominio de D. Luís Castellá de Vilanova. Ya en 1606, el rey Felipe III le concede derechos en la administración de justicia y obtiene privilegios de los fueros.

 En este momento, D. Luís levanta una mansión de estilo renacentista en Bicorp, dedicada a la administración de justicia y demás servicios del señorío. De esta mansión quedan reseñas en la localidad de Bicorp.

En 1609 los moriscos, rebeldes a cumplir las órdenes de expulsión de Felipe III protagonizaron una revuelta que culminó con la quema de la mansión-castillo de Bicorp.

Esta revuelta fue sofocada por huestes al mando de D. Juan Pacheco que partieron de Xátiva el 13 de Noviembre de 1609.

Las magnificencias de este primer conde de Castellá, la revuelta morisca y la reconstrucción inmediata del palacio-castillo de Bicorp y los gastos que conllevó su enfermedad hasta su muerte, hirieron la economía de la casa, aumentaron las deudas y pronto los acreedores le plantearon pleito, pleito que se acrecentó a la muerte de D. Luís en 1625.

El gran incremento de deuda contraída imposible de subsanar hizo que la familia Castellá quedara  económicamente casi en la miseria.

En 1621, D. Luís empieza a arrendar sus términos en la zona para hacer frente a la deuda contraída, arriendo que terminó en 1627, fecha en la que la condesa doña Juana hermana y heredera de Luís de Castellá termina de arrendar sus posesiones.

Acosada la casa de Castellá, la condesa solicitó de sus acreedores, concordia y capitulación en el año 1631 punto en el que se pudo empezar una lenta recuperación económica(Procesos referidos en el Archivo del Reino parte primera, letra C, nº 629 y 708, legajo 113).

La expulsión de los moriscos dejó casi yermos campos y deshabitados en su práctica totalidad la mayoría de los pueblos de la Canal de Navarrés por lo que sus señores abandonaron sus dominios dejándolos en manos de sus administradores durante los s. XVII y XVIII.

Tanto Quesa como sus vecinos pidieron repoblación, punto que se otorga en el caso de Quesa el 26 de Octubre de 1635.

En 1690, Quesa sufre uno de los mayores cataclismos de su historia, la epidemia que asoló la zona dejo a Quesa con solamente una familia, momento  a partir del cual comenzó una nueva repoblación desde pueblos vecinos (repoblación que hoy en día todavía se conmemora durante la fiesta de “La Reserva”).

 En 1748, Quesa sufre un temblor de tierra que destruye 56 casas, desde entonces, y a partir de su reconstrucción, Quesa ha mantenido el espíritu de pueblo mediterráneo de orígenes árabes, siendo un gran ejemplo de pueblo valenciano de interior.

INTERÉS TURÍSTICO

El término de Quesa fue habitado desde tiempos remotos, prueba de ello son las pinturas rupestres del abrigo del Voro, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de yacimientos arqueológicos de gran valor tanto artístico como histórico. De un periodo más cercano, es su castillo de época árabe; su iglesia parroquial dedicada a San Antonio Abad y reconstruida en el siglo XVII o la ermita de la Santa Cruz en el Monte del Calvario del siglo XVIII.

Respecto al patrimonio natural y paisajístico de Quesa decir que se trata de un entorno natural de gran riqueza: el cañón del Río Grande, el río Cubillas, la Sarnosa o el Planil, con sus bosques de fresnos, carrascas, sabinas o pinos y el paraje de los Charcos, uno de los parajes más bonitos de esa zona.

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