Catalunya Catalonia

Canary Islands Canarias

Immobiliere CalpeRegresar

Faro de Orchilla y ladera del Julan.El Hierro

En El Hierro todo es abrupto, y la negra tierra volcánica que cubre la menor de las islas Canarias acrecienta una sensación de misteriosa lejanía, de extremo, condición de la isla hasta el descubrimiento de América.

Desde Ptolomeo hasta el siglo XIX, cuando los ingleses se lo llevaron a Greenwich, el meridiano cero, «la raya» que dividía el mundo en Oriente y Occidente pasaba por este pequeño territorio insular español en el Atlántico.

En concreto el meridiano pasaba por el faro de Orchilla, el extremo oeste de la isla, la última tierra conocida que veían los descubridores del Renacimiento y la primera que divisaban los marinos que llegaban de América en barco.

Orchilla es un sensacional lajial de lava volcánica al que hoy se accede por una pista de tierra, después de mil curvas y vueltas, que no hacen sino magnificar el descubrimiento de un paisaje fascinante salido del fuego y el magma.

faro de orchilla

Desde aquí, en línea recta y sin un golpe de timón, los alisios llevan cualquier cosa que flote directamente hasta las costas de Venezuela, razón por la cual el país suramericano acoge en la actualidad más herreños que la propia isla, emigrantes o descendientes de los que abandonaron El Hierro en los años de sequía y miseria, sobre todo en la década de 1950, cuando la población de la isla se redujo a la mitad.

Otro escenario impactante integrado también por los volcanes es el Julan, una de las mayores pendientes volcánicas del mundo, monumento natural que derrama sus escarpes de lava solidificada desde la cumbre de Malpaso, a 1.501 metros de altitud, hasta unos 500 metros por debajo del nivel del mar.

En 1871, el sacerdote herreño Aquilino Padrón descubrió en una colada volcánica del Julan unos grabados a los que los pastores llamaban «los letreros».

 ladera del julan

Se trataba de uno de los mayores campos de petroglifos del archipiélago, símbolos tallados en piedra legados por los aborígenes bimbaches.

petro

Los grabados representan ideogramas geométricos, pero la ciencia desconoce aún su traducción y por qué motivo fueron realizados. Además de los petroglifos, en el Julan puede verse un tagoror, construcción sobre cuyo uso también hay controversias, pues no se ha aclarado si era un patio de vecindad, una sala de justicia o un lugar de reuniones de la realeza.

tagoror

Península de Jandía.Fuerteventura

Fuerteventura, la isla más larga del archipiélago canario, con 100 km de largo, y la segunda en extensión, es también la más cercana al litoral de África. Al no tener grandes elevaciones, los alisios no son frenados por las cumbres y no aportan humedad como en otras islas más altas.

Quizá por eso recuerde un pedacito del Sáhara que se quedó varado en medio del océano.

peninsula de jandia

Por la misma razón es la isla que tiene playas mejores y más extensas. Las hay de todos los colores y gustos, desde las de color negro, como la de Gran Tarajal o Giniginama, a las de dunas doradas, como la de Corralejo.

Pero si hay un lugar emblemático en la costa majorera es la península de Jandía, al sur. Más que una playa tranquila, esta península constituye un universo de litoral virgen, de arenas solitarias y piedra desnuda, accesible solo por una pista de tierra, que ocupa toda la porción meridional de la isla.

Si exceptuamos algunas tropelías urbanísticas como las de Costa Calma o Morro Jable, solo encontraremos kilómetros y kilómetros de playas de arena fina y dorada, aguas de color esmeralda que nada tienen que envidiar al Caribe y una ingente riqueza biológica, tanto entre las dunas de arena como en la rasa continental o en la plataforma submarina que rodea esta parte de la isla.

Aunque el aspecto de la isla sea desértico y no haya un solo árbol, Fuerteventura es muy rica en biodiversidad: con tan solo 7.200 kilómetros cuadrados, alberga 650 endemismos vegetales, mientras que en Francia, con casi 600.000 kilómetros cuadrados, hay poco más de 100.

El trozo del Sáhara desprendido del continente y varado al sur llamado Jandía es el parque natural canario con más kilómetros de costa, amén de uno de sus últimos lugares vírgenes.

El paisaje permanece inalterado por la mano del hombre, con grandes acantilados en la costa norte y jables (zonas llanas y onduladas formadas por dunas fijas de arena) por todo el parque.

Hay rutas singulares para senderistas, como el camino de los Presos, en el jable del Istmo, construido por presos políticos durante la dictadura franquista.

Aunque no son necesarios senderos, en Jandía es suficiente con calzarse las botas y recorrer las amplias playas desiertas de Barlovento, de Sotavento o de Cofete para darse un festín senderista en un paisaje único.

Garajonay.Gomera

La isla de La Gomera, además de un magnífico ejemplo del vulcanismo que dio origen al archipiélago canario, alberga uno de los bosques más peculiares de España: la selva húmeda llamada laurisilva, vestigio relicto de los bosques que en el Terciario poblaron toda la cuenca mediterránea y que apenas han sobrevivido en Suramérica y en las escarpadas laderas de algunas islas macaronesias (Canarias, Azores y Cabo Verde) gracias a la envoltura de las nieblas que ascienden desde el océano e impregnan las cumbres de estas tierras.

parque nacional de garajonay

La laurisilva es un tipo de bosque formado por grandes árboles cuyas hojas tienen una cubierta de cera que les protege del clima húmedo y cálido en el que crecen, como el laurel, del cual toma el nombre. Además, en un bosque de laurisilva se pueden encontrar tilos, especies de los géneros Persea, Prunus y Quercus, castaños, tejos, brezos arbóreos y rododendros.

El monteverde —como le llaman los canarios a la laurisilva— de La Gomera ocupa casi 5.000 hectáreas, la tercera parte de todo este bosque húmedo y misterioso que queda en el archipiélago, y que nos transporta varios millones de años atrás en el tiempo. Para protegerlo se creó en 1981 el Parque Nacional de Garajonay.

parque nacional de garajonay

La Gomera es la más abrupta y singular de las siete islas canarias. Vista desde el mar asemeja la típica isla volcánica que un escolar dibujaría en su cuaderno: redonda y puntiaguda, con enormes coladas de lava negra y bosques húmedos desplomándose desde los 1.487 metros de altura del pico de Garajonay hasta las azules aguas del Atlántico.

La difícil orografía es apenas superada por una increíble red de carreteras que salva abismos de espanto y paisajes erosionados.

La fisonomía de la isla está marcada por los Roques, conos puntiagudos de roca volcánica. El Roque de Agando, uno de los más característicos, preside la Caldera de Benchijigua. Junto al Roque de Ojila y el Blanco forman la puerta de acceso al Parque Nacional de Garajonay.

roque de agando

La guardería del parque organiza todos los sábados del año visitas guiadas a pie de unas 3 horas de duración en las que un experto explica a los participantes todos los datos de este peculiar escenario del pasado.

Barrancos de Guayadeque y Tirajana.Gran Canaria

Un elemento característico de la orografía de Gran Canaria son los barrancos. Esta es una isla vertical, de plano inclinado, con increíbles paredes de piedra que parecen talladas para proteger algún tesoro oculto o defender un castillo imaginario.

barranco de guayadeque

Entre ellas se abren grandes tajos que rasgan la coraza pétrea de la isla en canal, barrancos que se descuelgan desde las cumbres hasta el mar por efecto del agua de escorrentía, como el de Guayadeque, que estuvo profusamente habitado por los canarii, los aborígenes de las islas antes de la llegada de los castellanos.

Por su interior corren senderos que permiten apreciar su morfología accidentada. Topónimos como el risco Negro, el risco del Canario, el puntón del Guirre o el barranco de la Sierra hablan de una accidentada topografía.

Por aquí y por allá aparecen poblados trogloditas, unos fortificados y otros con graneros y silos, hay también cuevas naturales o artificiales con enterramientos prehispánicos y grabados rupestres. Estas son evidencias de una población que se guarecía en las profundidades de estas cárcavas y aprovechaba el agua que corría por el fondo para abastecerse y regar sus pequeños cultivos.

Los barrancos de San Bartolomé de Tirajana fracturan todo el sector sureste de la isla, como si alguien hubiera pasado un rastrillo gigantesco desde la cumbre hasta las playas de Maspalomas.

san bartolome de tirajana

Entre estos tubos de piedra, a veces de proporciones increíbles, se esconden parajes fabulosos como los riscos de Tirajana, un espacio natural protegido, o el palmeral de Taidía, donde hay numerosos yacimientos prehispánicos.

En el barranco de Fataga se localizó la interesante necrópolis de Arteara, con unas 800 sepulturas de los antiguos canarii.

necropolis de arteara

Entre los pliegues verticales del municipio de San Bartolomé se encuentra también el Parque Natural de Pilancones, un espacio recorrido por profundos barrancos en cuyo fondo discurren arroyos temporales, algunos de ellos han sido retenidos por el hombre con presas artificiales que ayudan a paliar el tradicional déficit de agua de estas islas volcánicas.

Timanfaya.Tenerife

Si las Cañadas del Teide, en la isla de Tenerife, acogen el pico más alto de España, el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, ofrece uno de los mejores muestrarios de vulcanismo de todo el territorio nacional.

Su origen es muy reciente (es producto de erupciones datadas entre 1730 y 1736). Timanfaya ocupa unos 50 kilómetros cuadrados al suroeste de la isla, entre los municipios de Yaiza y Tinajo. Hay más de 25 conos volcánicos repartidos por su superficie, algunos tan emblemáticos como la Montaña de Fuego, la Montaña Rajada o la Caldera del Corazoncillo.

timanfaya

A los turistas les gusta acercarse a los agujeros donde todavía se siente el calor de las entrañas y lanzar agua para que esta salga expelida en forma de gas en pocos segundos, en una especie de géiser forzado. Se calcula que la temperatura del subsuelo de Timanfaya es de unos 600 grados a 13 metros de profundidad.

El paisaje creado por la magia de Vulcano es soberbio, y tan desolador como bello.

timanfaya

Desde que en el Pleistoceno las grietas del fondo del océano empezaran a amontonar lava hasta esa última erupción en Timanfaya en el siglo XVIII, la identidad de Lanzarote ha estado ligada a conos, chimeneas, cráteres, lajiales, jameos y mares de lava petrificada.

Los lugareños, en una demostración de sabiduría popular, lo llaman malpaís, tierra baldía y sin utilidad, pero que, ironías del destino, se ha convertido ahora en uno de los principales atractivos para el turismo, la primera industria local.

Así lo entendió César Manrique, el artista lanzaroteño que luchó contra el intrusismo arquitectónico en las islas y preconizó el uso de esos mismos elementos volcánicos que conforman el paisaje canario para integrar las nuevas y necesarias infraestructuras turísticas.

monte de la corona

Suya es la obra de los Jameos del Agua, su primera gran intervención paisajística sobre unos tubos de lava del volcán Monte de la Corona, en Lanzarote.

Ruta de los Volcanes

La Palma, como todas las islas Canarias, es obra de los volcanes. Pero en la «isla bonita», Vulcano se empleó con especial intensidad, elevando su escasa superficie hasta los 2.426 metros del Roque de los Muchachos. Todo el espinazo montañoso de esta isla es un cordal de volcanes extintos cercanos a los 2.000 metros que forman uno de los paisajes más espectaculares del archipiélago.

ruta de los volcanes la palma

Por él corre una senda también espectacular: la Ruta de los Volcanes, un sendero que va desde el refugio del Pilar hasta Fuencaliente, enlazando cráter con cráter a través de un paisaje torturado y único, donde la lava, las escorias y las extrusiones basálticas pintan el decorado con toda la gama del ocre al negro.

Solo los pinos canarios, adaptados de forma modélica al fuego, ponen una brizna de verdor en este escenario del Génesis.

La Ruta de los Volcanes no presenta ninguna dificultad técnica, pero precisa de una buena condición física para afrontar la larga caminata, llena de subidas y bajadas por terrenos escabrosos. El primer cráter por el que se pasa es el del Birigoyo, de 1.774 metros de altitud.

Es el tramo más abrupto, pero nada más coronarlo, si los alisios no han cubierto la panorámica, el caminante podrá disfrutar de una de las mejores vistas de toda la isla. Hacia el norte se divisa el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una de las formaciones geológicas más curiosas de Canarias.

La corona el Roque de los Muchachos, el techo de esta isla convertida, gracias a su reducida superficie y su elevada pendiente, en un almacén a cielo abierto de biotopos, endemismos y pisos ecológicos. Al sur, si el día está claro, se aprecian las cercanas islas de La Gomera, El Hierro y Tenerife.

roque de los muchachos

Luego se pasa por el volcán Nambroque, y sigue un nuevo ascenso hasta llegar al cráter del San Juan, que es también conocido como Hoyo Negro. Basta asomarse a sus escarpadas paredes para saber el por qué de este sobrenombre.

Como si el suelo se hubiera hundido bajo un cataclismo, el Hoyo Negro resume en sus afiladas crestas y sus oscuras intimidades toda la fuerza creadora y destructora de la Tierra.

Fuencaliente es el punto y final de esta increíble excursión al Averno.

Dunas de Maspalomas . Gran Canaria

Maspalomas es uno de los paisajes más fascinantes de todo este archipiélago. Debido al efecto pantalla de las altas cumbres de la isla de Gran Canaria, el sur tiene un clima árido, casi desértico. Allí se encuentran las dunas de Maspalomas, un trocito del Sáhara varado en tierra canaria.

Sucesivos procesos de glaciación hicieron aumentar y disminuir el nivel del mar y con ello se formaron diversas terrazas fluviales.

las-dunas-de-maspalomas

Mucho después, al retirarse de nuevo el mar, esa arena quedó al descubierto y el viento la fue lanzando tierra adentro, favorecido por el clima seco del sur de la isla.

Así fue como nacieron esos grandes campos de dunas que modelan un mar de belleza inaudita, acosado de cerca por las urbanizaciones turísticas de la playa del Inglés, pero salvado afortunadamente del desastre en 1982 gracias a su declaración como reserva natural especial.

Palmerales de Gran Canaria . Gran Canaria

Si hay un elemento iconográfico en el paisaje grancanario es la palmera. Existen 2.350 especies de palmeras en el mundo, y una de ellas tiene carné de identidad canario.

palmerales de gran canaria

Se llama Phoenix canariensis, aunque los lugareños prefieren llamarla sencillamente palma; si bien es endémica de todo el archipiélago, crece especialmente bien en Gran Canaria.

phoenix canariensis

Es una palmera solitaria, de gran tamaño, que salpica el perfil isleño como minaretes de copa foliada que vigilaran el ir y venir de sus habitantes.

Se le puede ver en cualquier rincón, desde las tierras fértiles del norte hasta las más áridas del sur, en el fondo de las ramblas que desembocan en el mar o cerca de las cumbres de Tejeda.

Miradores de El Hierro

El Hierro es una isla vertical, en la que los volcanes han modelado laderas cortadas a pico. Nada mejor para visitarla que una ruta por los miradores naturales que dejaron las escorias y las lavas. El más famoso de todos está en la carretera vieja de Valverde a Frontera.

miradores de el hierro

Es el mirador de la Peña, en el que César Manrique levantó, o más bien enmascaró, una construcción de piedra volcánica. Otro impactante balcón es el mirador de Jinama, sobre el valle del Golfo.

El mirador de Tanajara queda cerca de El Pinar, una atalaya perfecta para disfrutar de los atardeceres sobre los pinares que han dado nombre a la localidad. Y poco antes de la aldea de Isora encontraremos el mirador de las Playas, con una pared negra de 1.000 metros de desnivel.

La Restinga .El Hierro

Por su situación en el extremo más meridional, es decir, más suratlántico, y por su morfología de isla volcánica carente en la práctica de plataforma continental, la isla de El Hierro se considera uno de los mejores destinos de buceo en Europa.

la restinga

El lugar donde confluyen todas estas excelencias es la Reserva Marina del Mar de las Calmas, al sur de la isla, frente a la pequeña población pesquera de La Restinga. La reserva es una enorme y privilegiada barra de litoral en la que, debido a la disposición de la isla y los vientos dominantes casi siempre predomina un mar en estado de calma.

reserva marina del mar de las calmas

Por otra parte, y dentro de la reserva marina, es fácil ver meros, morenas, bogas, gallos, chopas, medregales, mantas, tiburones, tortugas, peces trompeta, cofre, globo y otras especies. La temperatura media anual del agua es de 21 °C.

Caleta de Famara. Lanzarote

La caleta de Famara es uno de esos lugares hechizantes ante el que uno cae rendido sin saber por qué. No tiene nada de especial, en apariencia, y sin embargo rezuma el olor de los lugares elegidos, de las lejanías que poseen la virtud de distanciar a uno del mundo real para transportarlo a otro de paz.

caleta de famara

Las calles son de arena; el urbanismo es caótico, del lejano oeste; el viento sopla sin piedad, y el azul del mar se sale del mar para envolver el caserío. En la caleta de Famara el concepto de espacio adquiere otra dimensión, porque los espacios parecen aquí infinitos.

La caleta, que en realidad es una enorme playa, queda limitada al norte por los acantilados de Famara, una muralla negra donde se enredan los alisios que llegan del Atlántico. Por el sur el arenal se fuga sin que nada lo detenga hasta donde se pierde la vista. Un lugar para llegar, enamorarse y quedarse.

Teide .Tenerife

El Parque Nacional de las Cañadas del Teide es uno de los paisajes más singulares de Canarias, y el senderismo, la mejor forma de apreciarlo.

teide

Las autoridades del parque ofrecen información y servicios de guías desde el Centro de Visitantes del Portillo; por ejemplo, la ruta de las Siete Cañadas (5 horas), la del Roque del Peral (2 horas) o la que lleva al Risco Verde (3 horas). Aunque la estrella de las rutas del parque es la ascensión al Teide desde la zona de Montaña Blanca.

teide

La aventura lleva día y medio y es recomendable solo para senderistas con cierta experiencia. Se pernocta en el refugio de Altavista (3.260 metros).

Pirámides de Güímar .Tenerife

Estas pirámides no son tan altas como las de Egipto, ni tan espectaculares como las de Teotihuacán, pero cuando uno piensa que fueron levantadas mucho antes de que Colón aprendiera a navegar y aun así mantienen un sorprendente parecido con estructuras similares en el Nuevo Mundo, e incluso con otras de la Polinesia Francesa, el interés aumenta.

piramides de gyumar

En el Parque Etnográfico de las Pirámides de Güímar se muestran restauradas seis estructuras de época guanche con un perfecto trabajo de talla y escaleras que llevan a su cima.

Se cree, por su orientación, que servían como lugar de culto y de ceremonias. Los habitantes de la zona conocían su existencia, pero siempre pensaron que eran terrazas agrícolas de los primeros colonizadores. El explorador noruego Thor Heyerdahl demostró su error.

Caldera de Taburiente .La Palma

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente corona la isla de La Palma con su gigantesco embudo de piedra.

caldera de taburiente

El origen de este espectacular accidente geográfico es aún confuso, pero la versión más generalizada sostiene que una serie de volcanes submarinos levantaron La Palma hasta unos 3.000 metros de altitud y más tarde la erosión del agua y los hundimientos geológicos fueron excavando este formidable cráter hasta formar un abismo de vértigo que los visitantes recorren por un sendero que bordea su cima o por otro que se interna por el barranco de las Angustias.

caldera de taburiente

Mientras en la cresta todo es negra y desnuda roca volcánica, abajo, en el barranco, hay un verde manto casi tropical con pinos canarios, beleques, helechos, cedros, tajinastes y demás endemismos.

Regresar